Medicina y humanidadesFARMACIA
La patronal internacional de la industria farmacéutica reclama cooperación y firmeza contra la falsificación de medicamentos
JANO.es · 12 mayo 2010
La Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas ha elaborado un decálogo para llamar la atención sobre la falsificación de fármacos.
La Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas (IFPMA por sus siglas en inglés) ha elaborado un decálogo de principios con el que trata de reorientar la atención de la opinión pública sobre el problema de la falsificación de medicamentos a escala global y subrayar la posición de la industria farmacéutica innovadora en este escenario.
Decálogo IFPMA
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La falsificación de medicamentos debe ser considerada, ante todo, un delito contra el paciente.
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Los medicamentos fraudulentos constituyen una amenaza contra todo el espectro de fármacos legales.
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Las disputas sobre patentes no tienen nada que ver con la falsificación y ésta, a su vez, no está relacionada con las disputas ordinarias sobre patentes.
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Los subestándares (medicamentos aprobados y fabricados legalmente, pero que no cumplen todos los requerimientos en materia de calidad) plantean problemas pero no deben tener la misma consideración que los medicamentos falsificados.
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Un medicamento autorizado para su comercialización por una autoridad reguladora pero no por otra no debe ser considerado una falsificación.
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Las autoridades legisladoras y reguladoras deben estar dotadas de las potestades y los recursos adecuados para poder combatir la falsificación de medicamentos.
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Es vital poner freno al comercio internacional de medicamentos falsificados.
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Todos los actores implicados en la cadena del medicamento deben ser conscientes de las amenazas planteadas por los medicamentos falsificados y colaborar en esta lucha.
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Es necesaria la colaboración a nivel global.
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El liderazgo de la OMS es crucial.
Haruo Naito, presidente de la IFPMA, ha señalado que “la falsificación de medicamentos es un delito y nuestra industria se ha propuesto combatirlo enérgicamente de ahora en adelante. Los falsificadores generan una amenaza contra la salud pública en todo el mundo: de forma deliberada y fraudulenta tratan de hacer pasar sus productos por medicamentos legítimos y con ello ponen en riesgo las vidas de muchos pacientes, a costa de la obtención de beneficios ilegales. No se trata de una cruzada comercial, sino de una auténtica batalla por proteger a los pacientes y la IFPMA se ha comprometido a luchar de forma activa con la OMS.
Los datos recabados por el Instituto de Seguridad Farmacéutica (PSI por sus siglas en inglés), auspiciado por la propia Federación, muestran que el alcance y el número de incidentes relacionados con este delito van en aumento. Thomas T. Kubic, director ejecutivo del PSI, ha comentado a este respecto que “atendiendo a nuestras investigaciones, el número de delitos relacionados con la falsificación de fármacos aumentó casi un 7% en año pasado, sumando 1.693. El incrementó afectó, sobre todo, a los antiinfecciosos. En 2009 se registró un 50% más de episodios delictivos asociados a antiinfecciosos que en 2008. Estos fármacos, entre los que se incluyen los antimaláricos, son la categoría terapéutica más falsificada en África. Pero actualmente, los grupos delictivos dedicados a la fabricación, distribución y venta de medicamentos fraudulentos están iniciándose en la copia de otros tratamientos para enfermedades que implican riesgo para la vida, como el cáncer o trastornos cardiovasculares.”
Si bien la falsificación de especialidades farmacéuticas ya ha sido identificada como una amenazada para la salud por muchos gobiernos, las administraciones sanitarias y la opinión pública en general aún no están suficientemente concienciadas sobre el impacto real de esta actividad delictiva. Los países en desarrollo son los que sufren un mayor riesgo a este respecto, debido a unos niveles de concienciación insuficientes y a la falta de recursos para implementar políticas correctoras.
Eduardo Pisani, director general de la IFPMA, ha señalado que “con este decálogo esperamos aportar luz sobre el verdadero alcance de este problema y demostrar que la lucha contra la falsificación de fármacos tiene en la protección del paciente su auténtico y primordial objetivo (…) y la IFPMA llama a todos los actores implicados en este problema a actuar de forma cooperativa y crear un marco político global que reconozca, priorice y aborde de forma efectiva esta importante amenaza contra la salud de toda la población mundial”.
