MEDICINA PREVENTIVA
Las muertes asociadas a la COVID-19 son un 80 por ciento menos en comunidades con alta cobertura de vacunación
BMJ · 29 abril 2022
Un amplio estudio realizado por investigadores de los CDC de Estados Unidos ha comparado el impacto de la enfermedad en 2.558 condados del país con diferentes coberturas.
Un amplio estudio publicado en The BMJ concluye que en las comunidades mejor vacunadas mueren menos personas a causa de la COVID-19.
Los resultados, basados en datos de 2.558 condados de 48 estados de Estados Unidos, muestran que aquellos con una alta cobertura vacunal tuvieron una reducción de más del 80 por ciento en las tasas de mortalidad en comparación con los condados mayoritariamente no vacunados.
Este gran beneficio complementa el creciente conjunto de pruebas que confirman los beneficios a nivel individual de la vacunación contra la COVID-19.
Hasta el 11 de abril de 2022 se han administrado más de 11.000 millones de dosis de vacuna en todo el mundo y el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es vacunar al 70 por ciento de la población mundial para mediados de 2022.
Sin embargo, aunque los estudios anteriores sobre la vacuna han demostrado los beneficios a nivel individual, el impacto a nivel poblacional de la ampliación de la vacunación contra la COVID-19 sigue siendo en gran medida desconocido.
Para abordar esta cuestión, investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos se propusieron estimar cómo el aumento de la cobertura de la vacunación en los países afectaba a la mortalidad y la incidencia de COVID-19 a nivel poblacional.
Sus resultados se basan en más de 30 millones de casos de COVID-19 y más de 400.000 muertes relacionadas con la infección en 2.558 condados, que se notificaron durante el segundo año de la pandemia, entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021.
Midieron la eficacia comparando las tasas de incidencia y mortalidad por COVID-19 notificadas en los condados con una cobertura de vacunación muy baja (0-9 por ciento), baja (10-39 por ciento), media (40-69 por ciento) y alta (70 por ciento o más), definida como el porcentaje de adultos (mayores de 18 años) que habían recibido al menos una dosis de la vacuna.
Tras tener en cuenta factores potencialmente influyentes, los investigadores descubrieron que el aumento de la cobertura de vacunación en los condados se asociaba a una reducción de los niveles de mortalidad.
Por ejemplo, durante el primer semestre de 2021, cuando la variante Alfa del coronavirus era dominante, la tasa de mortalidad por COVID-19 se redujo en un 60, 75 y 81 por ciento en los condados con una cobertura de vacunación baja, media y alta, respectivamente, en comparación con los condados que tenían una cobertura muy baja.
Las cifras correspondientes a la reducción de casos fueron del 57, 70 y 80 por ciento, respectivamente. También se observaron reducciones similares en la mortalidad durante la segunda mitad de 2021, cuando la variante delta se volvió dominante en Estados Unidos, aunque con efectos menores en los niveles de casos.
"Las investigaciones futuras podrían beneficiarse de la evaluación de los efectos macroeconómicos de la mejora de la salud de la población, como los cambios en las tasas de empleo y el producto interior bruto resultantes de la reapertura de la sociedad", apuntan los autores.
Referencia: BMJ. 2022;377:e069317. Published 2022 Apr 27. doi:10.1136/bmj-2021-069317