CARDIOLOGÍA
JANO.es. Nueva Orleáns · 11 noviembre 2008
El beneficio derivado del consumo de frutas y verduras no se explica por su elevado contenido en vitaminas antioxidantes
Los suplementos de vitamina E, tal y como han venido defendiendo la mayoría de especialistas a lo largo de los últimos años, no protegen frente a las enfermedades cardiovasculares. Tampoco la vitamina C cuando, de manera similar, se consume individualmente, tal y cmoo confirman los resultados del Physician’s Health Study II (PHSII), publicados en "JAMA" y presentados en el marco de las Sesiones Científicas 2008 de la Asociación Americana del Corazón (AHA) que se están celebrando en la ciudad de Nueva Orleáns (Estados Unidos).
En palabras del Dr. J. Michael Gaziano, cardiólogo del Bringham and Women’s Hospital de Boston (Estados Unidos) e investigador principal de este ensayo clínico a largo plazo llevado a cabo con la participación de más de 14.641 médicos varones estadounidenses, “no hemos observado evidencias de que el consumo de suplementos de vitamina E o C, tomados individualmente, proporcionen ninguna protección frente a las enfermedades cardiovasculares, comprendiendo tales como infarto o ictus no mortales, o enfermedad cardiovascular mortal”.
El consumo de dietas ricas en vitaminas C y E siempre se ha asociado con una menor incidencia de problemas cardiovasculares. Así, cuando menos, se ha observado en los estudios llevados a cabo con población con un consumo elevado de de frutas y verduras –alimentos ciertamente ricos en estas vitaminas antioxidantes–. Sin embargo, como explicó el Dr. Howard Sesso, profesor del mismo centro hospitalario y coautor del estudio, “podría suceder que las frutas y verduras confirieran un efecto protector más allá de las vitaminas que contienen. Todo ello sin olvidar la posibilidad de que la gente que consume muchas frutas y verduras atesoren otras características que expliquen su mejor estado de salud”.
Para llevar a cabo este estudio multicéntrico, doble ciego y controlado de 8 años de duración, los investigadores utilizaron las dosis de vitamina que se comercializan habitualmente –400 unidades internacionales diarias de vitamina E y 500 mg/día de vitamina C–. “Siempre ha habido un gran interés sobre el papel de los antioxidantes en la prevención de estas enfermedades. Y a pesar de los resultados, muy prometedores, de los estudios observacionales y de la investigación básica, las evidencias del PHSII constatan la necesidad de analizar a gran escala y a largo plazo la hipótesis de los antioxidantes”.