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El uso de vitaminas antes y durante los primeros meses del embarazo está asociado con una reducción del riesgo de sufrir un aborto espontáneo. Una asociación que, sin embargo y como concluye el estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista American Journal of Epidemiology (2009;169:1312-1318), depende del estilo de vida saludable de las futuras madres

 

En palabras del Dr. Reem Hasan, autor principal del estudio, “la recomendación sobre el uso de vitaminas para las embarazadas, o las mujeres que planean estarlo, está orientada a reducir el riesgo de malformaciones congénitas. Y es que nuestro muestra que las vitaminas reducirían el riesgo de tener un aborto espontáneo”.

 

Entre el 2000 y el 2008, los investigadores entrevistaron a 4.752 mujeres en el primer trimestre de embarazo para evaluar el consumo de vitaminas y multivitaminas prenatales. El 95% de las mujeres indicó que había tomado vitaminas o multivitaminas prenatales en algún momento del primer trimestre. La mitad lo había hecho antes de la concepción.

 

El número de abortos espontáneos fue de 524. El riesgo de aborto fue un 57% menor en las participantes que habían tomado vitaminas, y de acuerdo con los resultados, la disminución fue independiente de la edad, el uso de hormonas, la cantidad de embarazos previos, el tabaquismo, la etnia, el nivel educativo y el estado civil.

 

Por todo ello, como concluye el Dr. Hasan, “dado que el aborto ocurre muy tempranamente en el embarazo, es importante que las mujeres en edad reproductiva, que podrían quedar embarazadas, tengan una dieta equilibrada y tomen vitaminas”. En este contexto, sin embargo, cabe referir que el estudio no tuvo en cuenta ni los factores alimentarios o los hábitos de vida saludables, así como que tampoco diferenció entre el uso prenatal de vitaminas y multivitaminas.