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La Organización Médica Colegial (OMC) ha tramitado a la Dirección General de Mercado Interior de la Comisión Europea (CE), encargada de elaborar el Libro Verde de la profesión, la petición de que se les reconozca como autoridad competente en el ámbito de la UE, para lo cual defienden la creación de un carnet de médico colegiado a nivel comunitario.

La escasez de profesionales sanitarios, cifrada en un millón, ha llevado a los Estados de la Unión a emprender acciones para incrementar la movilidad laboral, de ahí la iniciativa del Libro Verde. Al hilo de esta necesidad, la OMC defiende la creación de un carnet de médico colegiado que incluya un certificado digital y firma electrónica, para que sirva de "llave de acceso universal, segura y fiable" a los servicios sanitarios.

"No puede haber 'e-salud' sin el carnet de médico colegiado", asegura la OMC en un comunicado, ya que esta herramienta es el garante de "la identificación profesional del portador, no sólo de sus especialidades, sino en un futuro muy próximo de sus competencias en función de un 'mapeo' de conocimientos y experiencia base de la carrera profesional".

Además, recuerdan que con una tarjeta médica basada en certificados digitales "se puede y se debe aspirar" a convertir las redes de acceso e intercambio de información de salud, inseguras en la actualidad, en un elemento transfronterizo "completamente seguro". De igual modo, favorecería la interoperabilidad de los sistemas de información tanto entre comunidades autonómicas como con los países que componen la Unión Europea.

Junto a este carnet, también proponen el desarrollo de la tarjeta europea del profesional sanitario como "garantía de la adecuada titulación" de los profesionales que ejercen en los países que conforman la UE.

A juicio de la OMC, esta certificación debe ser "dinámica y con sello de tiempo", y para ello es "imprescindible" la certificación electrónica, con atributo profesional y firma electrónica reconocida.

Asimismo, la entidad colegial pide que las organizaciones profesionales sean consideradas en todo el ámbito europeo como autoridades competentes, dándoles acceso al Sistema de Información del Mercado Interior (IMI) a fin de no quedar excluidas de los procesos de reconocimiento, con la inseguridad jurídica que esto acarrearía.

En congruencia con la Directiva de Servicios, afirman, se les debe otorgar, de forma expresa, el carácter de autoridades competentes a efectos del reconocimiento de cualificaciones. Por otro lado, desde la máxima entidad colegial de los facultativos recuerdan que la competencia lingüística es crucial para facilitar la integración de un profesional en otro país, garantizar la calidad de los servicios prestados y proteger la seguridad de consumidores y pacientes.

Competencia lingüística

En este sentido, proponen la acreditación previa, en su caso, del conocimiento del idioma del país, a través de los periodos de ejercicio profesional en prácticas o de formación complementaria.

También demandan que la necesidad de mano de obra quede supeditada a la homologación y certificación de títulos de terceros países, por la calidad del sistema sanitario y, sobre todo, por la seguridad de los pacientes.

"No sólo debe exigirse al interesado quedemuestre documentalmente la equivalencia cualitativa y cuantitativa de su formación adquirida en el extranjero sino que verifique que dicha formación ha comportado la adquisición de competencias inherentes al ejercicio profesional de la especialidad que corresponda, antes de proceder a su contratación ó de su acceso al mercado laboral", explica la OMC.