REUMATOLOGÍA
JANO.es y agencias · 24 mayo 2011
Se trata de una de las pocas enfermedades reumáticas que se puede curar, según destaca el coordinador del grupo para el estudio de las Artritis Cristalinas de la Sociedad Española de Reumatología.
Menos de la mitad de los pacientes con gota, -enfermedad producida por depósito de cristales de urato en el cuerpo, sobre todo en las articulaciones y los tejidos blandos, está tratado correctamente a pesar de ser una de las pocas enfermedades reumáticas que se puede curar.
Así lo destacó el Dr. Fernando Pérez, coordinador del grupo para el estudio de las Artritis Cristalinas de la Sociedad Española de Reumatología (GECACSER), en el marco del XXXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER), celebrado recientemente en Málaga, donde se dio a conocer que menos de un 10% controla su nivel de ácido úrico adecuadamente con niveles de salud general.
Para este especialista, estos enfermos deben prestar “especial atención a los excesos en la alimentación, siendo recomendable mantener una dieta similar a la mediterránea”. Asimismo, insistió en que deben “controlar los excesos dietéticos, si los hubiera”.
“La correcta dieta no reduce los niveles de ácido úrico en más de 1 mg/dl, lo que es similar a la dosis más baja de medicación que se pueda utilizar. Es más importante el impacto que causa sobre el riesgo cardiovascular que sobre los niveles de ácido úrico”, matizó.
En concreto, en la mayoría de los pacientes, la causa de la hiperuricemia que acaba produciendo la gota es una dificultad selectiva por parte del riñón para eliminar el ácido úrico de la sangre. Una causa frecuente de hiperuricemia es la ingesta de bebidas alcohólicas o de cerveza, incluso sin alcohol, así como de proteínas de origen animal, salvo los derivados lácteos.
Asimismo, cuando un obeso con hiperuricemia reduce su peso al deseable, su nivel de ácido úrico puede normalizarse en algunos casos. Por otro lado, en este grupo de pacientes suele haber además altos niveles de grasas en sangre, mayor frecuencia de hipertensión y un riesgo elevado de enfermedad coronaria.
“Las ventajas de adelgazar, realizar una dieta equilibrada y restringir el alcohol son, por tanto, múltiples”, según explicó el especialista. Asimismo, alertó de que algunos medicamentos, como los diuréticos para tratar la hipertensión o la insuficiencia cardiaca o renal, pueden favorecer la hiperuricemia y la gota.
Por otro lado, el Dr. Pérez apuntó que la duración de la gota se sustenta en “la consecución de niveles de uricemia en sangre bajos de forma mantenida, lo cual implica que el tratamiento debe prescribirse, cumplimentarse y monitorizarse de forma estricta durante años”.
La gota es la forma de artritis aguda más frecuente en los adultos y afecta a entre 5 y 10 personas por cada 1.000 habitantes, lo que representa el doble que la artritis reumatoide. Es más frecuente entre hombres y bastante común entre las mujeres tras la menopausia.