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PREMIOS

Nobel de Medicina para tres investigadores de las células madre

JANO.es · 08 octubre 2007

Los galardonados son los científicos estadounidenses Mario R. Capecchi y Oliver Smithies, y el británico Martin J. Evans

El pediatra tiene la posibilidad de detectar la hipertensión, antes de que llegue a un estadio avanzado, con mediciones de la tensión arterial y valoración en tablas poblacionales percentiladas, según edad, sexo e índice de masa corporal.

La tensión arterial (TA) es el resultado del esfuerzo del ventrículo izquierdo para distender el sector arterial, mantener el flujo de la sangre y vencer las resistencias de la vasoconstricción periférica. La distribución de esta variable es continua, sin un punto de corte que limite una población de normotensos de otra de hipertensos.

A partir del Estudio de Framingham, sabemos que la hipertensión arterial (HTA) no es la simple alteración de un parámetro hemodinámico, ni en sí misma una enfermedad. Como la historia familiar de enfermedades cardiovasculares, obesidad, hipercolesterolemia, hiperglucemia, sedentarismo y tabaquismo, es un poderoso factor de riesgo de muerte precoz por complicaciones vasculares (FRCV), por ser un desencadenante independiente y amplificador de aterogénesis y trombogénesis.

Un 40% de los adultos españoles en edad media y el 68% de los mayores de 60 años presentan actualmente hipertensión, primaria o esencial (HTAE) en el 90% de los casos, relacionada con los hábitos de la moderna civilización industrial. En cambio, la HTA es poco frecuente en la infancia (prevalencia 1-3%), apenas sintomática y en la mayoría secundaria (HTAS) a una enfermedad identificable: en un 80% renovascular, en alrededor del 2% por coartación de aorta y, más raras, endocrinopatías, lesiones neurológicas y reacciones farmacológicas adversas.

¿Por qué deben preocuparse los pediatras por la hipertensión? Respuesta: por las evidencias acumuladas, en hallazgos necrópsicos de soldados norteamericanos fallecidos en Corea y Vietnam, y los resultados obtenidos en estudios epidemiológicos realizados en los años setenta por Berenson et al (Bogalusa, Louisiana) y Lauer et al (Muscatine, Iowa). En síntesis, los cambios estructurales de los procesos vasculares cuya base es la placa de ateroma comienzan en las dos primeras décadas de la vida, de una forma silente, cuando ya están presentes los FRCV.

El pediatra tiene la posibilidad de detectar la hipertensión, antes de que llegue a un estadio avanzado, con mediciones de la tensión arterial y valoración en tablas poblacionales percentiladas, según edad, sexo e índice de masa corporal. El procedimiento es útil a partir de los 3 años y en las revisiones escolares o deportivas, para la identificación de niños con HTAS --los casos más severos-- y de aquellos con elevaciones leves y alto riesgo de HTAE.

En la etapa infantojuvenil hay unos determinantes --predisponentes, facilitadores y reforzadores--, que sirven para elaborar un perfil de riesgo:

1. Historia familiar de HTAE, ponderosidad familiar, hipertensión dislipémica e hiperuricémica, diabetes, accidentes vasculares y una dieta aterogénica, excesiva en sal, baja en potasio, calcio y magnesio.

2. Retraso del crecimiento prenatal.

3. Las presiones sistólica y diastólica de niños/as y adolescentes se elevan con la edad --promedios de TAS 1,8 mmHg/año y TAD 1 mmHg/año--, aunque de manera menos uniforme en varones e individuos de raza negra, hasta alcanzar los dos tercios del incremento total a los 20 años. Un subgrupo presenta valores en los P90-95 o incluso superiores al P99, con fenómenos de canalización (ranking) y propensión a la persistencia de los valores (tracking) en la etapa adulta.

4. La obesidad (IMC > P95) es el factor estadístico más frecuente e influyente de HTAE (obitensión). Los cambios en el IMC y una adiposidad central explican una variabilidad de TAS y TAD con concomitancias de hasta un 24 y 16%.

5. Electro y ecocardiografía modo M: aumento de masa ventricular izquierda y hallazgo de hipertrofia concéntrica de miofibrillas.

6. Hábitos nocivos asociados, consumo elevado de alcohol, tabaco e inactividad física.

 

 

Respecto a la vigilancia de la HTAE latente y el control integral de los FRCV, ¿cómo actuar? El modelo clínico resulta indispensable para la intervención precoz, en los ámbitos individual y familiar, destacando las ventajas de una vida saludable. Sin embargo, a largo plazo, es difícil tener posibilidades de éxito con los adolescentes, porque su vida --como consumidores-- sigue más allá de las consultas y el domicilio. Para los expertos, la asistencia médica tradicional tiene limitaciones sin el refuerzo de programas a mayor escala social, que mejoren el cumplimiento de las indicaciones preventivas. Tanto en el entorno educativo como en los medios de comunicación y en páginas web sanitarias, deben participar divulgadores oficiales que asesoren a los más jóvenes acerca de la repercusión de la herencia, los factores adversos del medio ambiente y el descontrol de la conducta, así como de las medidas que modifican el desarrollo de la aterosclerosis.

Un 40% de los adultos españoles en edad media y un 68% en los mayores de 60 años presentan actualmente hipertensión, primaria o esencial (HTAE) en el 90% de los casos, relacionada con los hábitos de la moderna civilización industrial."

 

 

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