GINECOLOGÍA
Testosterona en aerosol para mejorar la satisfacción sexual femenina
JANO.es · 21 abril 2008
Investigadores australianos publican en "Annals of Internal Medicine" los resultados de un ensayo en el que han evaluado el efecto de este aerosol frente a placebo
Las estadísticas y los registros son algo más que números. Ofrecen un panorama que permite a los planificadores de políticas decidir cuál es la mejor forma de utilizar los recursos para mejorar la salud pública. Por ejemplo, la falta de sistemas de registro civil hace que cada año queden sin registrar cerca del 40% (48 millones) de los 128 millones de nacimientos que se producen en todo el mundo. La situación es incluso peor en lo relativo al registro de defunciones. No se registran dos tercios (38 millones) de los 57 millones de muertes anuales y la OMS solamente recibe estadísticas fiables sobre sus causas de 31 de sus 193 Estados Miembros.
Pero la ausencia de registros civiles tiene otras repercusiones. Cuando los nacimientos de los niños no se registran, éstos tienen menos probabilidades de beneficiarse de los derechos humanos básicos, sean sociales, políticos, cívicos o económicos. En el otro extremo de la vida, cuando las defunciones no se contabilizan y sus causas no están documentadas, los gobiernos no pueden diseñar políticas sanitarias eficaces, medir su impacto ni saber si los presupuestos sanitarios se utilizan correctamente.
Otro ejemplo: 2 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados en el año 2000 están relacionados con la reducción de la mortalidad materna e infantil para 2015, pero ¿cómo se pueden seguir los progresos realizados si no se dispone de estadísticas fiables? Los programas de salud sólo se pueden evaluar con exactitud si se invierte en sistemas de información sanitaria que permitan recopilar datos de más calidad. Tampoco nadie sabe con exactitud cuántas personas hay infectadas por el VIH. Incluso las mejores estimaciones (33,2 millones en todo el mundo en 2007) no son más que conjeturas.
Gracias a sus 193 miembros, la OMS se encuentra en una posición privilegiada para tener un panorama estadístico de las tendencias sanitarias mundiales. No obstante, dicho panorama está lejos de ser completo.