DOLOR
JANO.es · 16 diciembre 2008
Según la Asociación Española de Pacientes con Cefalea, un 95% de la población ha sufrido algún tipo de dolor de cabeza en su vida
El 30% de los españoles no toma la dosis correcta de analgésicos. Cuando aparecen dolencias como dolores de espalda, gripe, dolor de cabeza, etc., la mayoría recurre a un analgésico sin tener en cuenta cuál es el más adecuado y qué dosis es la indicada para aliviar el dolor. Ante ello, los expertos advierten que el secreto de la seguridad y la eficacia reside en administrar las dosis recomendadas para cada caso concreto.
Según un comunicado de Bayer, uno de los dolores más frecuentes que sufren los españoles es el de cabeza. Según la Asociación Española de Pacientes con Cefalea (AEPAC), el 95% de la población española ha experimentado algún tipo de dolor de cabeza en su vida. "Para evitar este tipo de molestias, lo fundamental es conocer qué analgésicos podemos tomar en nuestro caso y qué dosis es la más indicada para cada uno", explica el Dr. Jesús Honorato, director del Servicio de Farmacología de la Clínica Universitaria de Navarra.
Asimismo, este especialista afirma que "no es necesario recurrir a analgésicos demasiados fuertes o tomar una dosis mayor a la recomendada, sino que en la mayoría de los casos es suficiente con tomar un analgésico simple, como puede ser una Aspirina, para aliviar estos tipos de dolor".
Según el Dr. Honorato, "las principales causas del mal uso de los analgésicos son el desconocimiento o los consejos inadecuados por parte de conocidos, ya sean amigos, familia o compañeros de trabajo, que no se dan cuenta de la importancia que tiene administrar correctamente los fármacos".
Estos errores en la dosificación pueden ser "bien por defecto, cuando el paciente toma una dosis menor a la indicada, con lo cual el medicamento no produce el efecto deseado; o bien por exceso, cuando se toma una dosis mayor a la recomendada para conseguir un efecto más rápido y un alivio inmediato del dolor", puntualiza el Dr. Honorato.
Además, hay que tener en cuenta que no todos los analgésicos están indicados en la misma dosis para todos los pacientes. "Es importante insistir en que la seguridad de cualquier medicamento depende fundamentalmente de que se utilice bien y en las dosis recomendadas para cada caso concreto. Ante la mínima duda –añade el Dr. Honorato-, es importante recurrir al consejo del médico o del farmacéutico y, en todo caso, utilizar las dosis correctas que figuran en los prospectos".
Existe la creencia, bastante extendida, que relaciona a determinados medicamentos con cierto tipo de dolores, "pero esta idea no tiene ningún fundamento científico. Lo cierto es que todos los analgésicos son igual de eficaces para los trastornos de tipo leve y moderado. La seguridad depende de cómo se emplea el fármaco, no del tipo de analgésico que empleamos para aliviar el dolor", señala el citado especialista.
En otras ocasiones se toman fármacos que no están indicados para determinados síntomas o se combinan varios analgésicos, lo que tiene más inconvenientes que ventajas. "Es preferible tomar un solo fármaco, como por ejemplo una Aspirina para combatir un determinado síntoma, como es en este caso, el dolor de cabeza o el dolor de espalda o el malestar debido a la gripe".
Las interacciones en pacientes que ya toman otro tipo de medicación también cabe tenerlas en cuenta. "Es el caso de pacientes con algún proceso crónico que al tener un nuevo síntoma añaden otro medicamento sin tener en cuenta lo que están tomando, pudiendo producirse interacciones", añade.
Hoy en día, entre el 40% y el 45% de la población española se automedica. Gracias a que el consumidor cada día está mejor documentado y es capaz de reconocer su sintomatología, el ácido acetilsalicílico es utilizado adecuadamente por casi el 100% de los pacientes. Por el contrario, se observa una sobredosificación en el 65% de aquellos que toman ibuprofeno.
Además, los pacientes normalmente recurren al mismo fármaco para aliviar las dolencias más frecuentes, como en el caso del ácido acetilsalicílico.