Jueves, 02 de Mayo del 2024

Últimas noticias

ALERGOLOGÍA

Un millón de niños españoles alérgicos al pelo de las mascotas

JANO.es y agencias · 28 mayo 2008

Los alergólogos informan de que la llegada de la primavera y el calor provocan que los niños estén más expuestos a estos alergenos

A la hora de ganar la cumbre asturiana del Monsacro (1.057 m), que suena a “Monte Sagrado”, se debe andar bien despierto. Desde Avilés, tierra santa de los pimientos rellenos de pie de cerdo, hay que cruzar Oviedo y seguir hasta Santa Eulalia, ya en el concejo de Morcín. A estas alturas hubo, allá por los tiempos medievales, dos ramales del camino de Santiago hacia el sur: uno por el puerto de Pajares a León y el otro por el puerto de la Ventana a Ponferrada. Todos los peregrinos podían contemplar la grandeza de la montaña de la Magdalena y su Monsacro. Algunos caminantes se atrevían a emprender la dura ascensión a lo más alto para recoger cardos milagrosos, hacer acopio de tierra con propiedades curativas sacada del pozo de una ermita octogonal y encomendarse a la imagen de la Virgen Negra con Niño del lugar, aparentemente bien custodiada por un grupo de monjes desde el siglo XII.

Ahora se puede subir en un santiamén al monte sagrado. Toda una fuente de energía telúrica, según el personal mejor colocado en la onda esotérica. Por esta zona se descubrieron varios túmulos y un hacha pulimentada. Hacia el año 1800 fue hallada una estela funeraria perteneciente a los Abilicorum, una peña astur anterior a los romanos. Pero el foco de atracción se dirige a la altura verde del Prau del Ermitaño. Dos capillas a la vista. La llamada capilla de abajo, dedicada a Magdalena, de estilo románico tardío, con una nave rectangular y ábside en cabecera semicircular, apenas da que hablar. La de arriba, conocida como la de Nuestra Señora de Monsacro, románica y de planta octogonal, desata todo tipo de relatos fantásticos.

Aquí arriba se echa en falta la Virgen Negra con el Niño. Ni siquiera se ven las pinturas murales que inmortalizaron su imagen dentro de la capilla, desaparecidas igualmente. Sólo se conserva un altar hueco que cubre un agujero de un metro de hondura: el pozo legendario de Santo Toribio donde se metió el Arca de las Reliquias después de su presunto desembarco en Luarca, procedente de Tierra Santa. Más tarde, Alfonso II el Casto (760-842) trasladó el arca a la capital ovetense. Hum, corrió la especie de que el esplendor de su contenido dejaría ciego a quien se atreviera a abrirla. Pero Alfonso VI dio ese paso en 1075 sin perder la vista. Se dijo también que el pedazo de tela hallado en su interior, junto a otros objetos valiosos, era el Santo Sudario de Jesucristo, conocido popularmente como el pañolón de Oviedo. Ahí permanece hoy bien guardado bajo llave en la Santa Cámara de la catedral, excepto los tres días al año en que se muestra al público.

 

www.asturiasnatural.com

Copyright © 2024 Elsevier Este sitio web usa cookies. Para saber más acerca de nuestra política de cookies, visite esta página

Términos y condiciones   Politica de privacidad   Publicidad

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?