GINECOLOGÍA
JANO.es y agencias · 18 septiembre 2008
El libro "Beneficios de la píldora" destaca otras ventajas no anticonceptivas de estos fármacos en la menorragia y el síndrome premenstrual
Las mujeres que usan la píldora anticonceptiva tienen menos riesgo de desarrollar enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) en comparación con aquellas que no la utilizan, según informa el equipo Daphne, formado por siete expertos del ámbito de la ginecología, con motivo de la presentación del libro "Beneficios de la píldora".
Esta publicación, que ha contado con la colaboración de Bayer, recoge a través de la evidencia médica los efectos beneficiosos de esta medicación para la salud y la calidad de vida de la mujer. Entre ellos, destacaron beneficios en la menorragia, el síndrome premenstrual y la EIP, aunque sobre ésta última, "no se conoce muy bien el mecanismo por el cual ejerce esta protección".
Según matizaron los especialistas, la hipótesis más barajada es que los anticonceptivos hormonales orales cambian la consistencia del moco cervical y, al constituir una barrera impenetrable, "impiden el posible ascenso de una infección de vías bajas al tracto genital superior".
En cuanto a los efectos beneficiosos de la anticoncepción hormonal oral combinada relacionados con la menstruación, el manual aborda la menorragia y el síndrome premenstrual. En primer lugar, los expertos explican que, aunque se dispone de una escasa evidencia científica, existen datos que orientan hacia un beneficio de los anticonceptivos orales en la hemorragia uterina disfuncional, que afecta al 30% de las mujeres.
Por otro lado, subrayaron que actualmente existe "evidencia de buena calidad" para poder recomendar el uso de anticonceptivos hormonales orales combinados que contengan drospirenona en las pacientes sin deseo gestacional que presenten síntomas premenstruales.
Además, los autores explicaron que algunas personas con síntomas graves, que afectan a entre el 3 y el 8% de las mujeres en edad fértil, obligan a plantearse terapias alternativas al tratamiento cíclico, como la administración continua de un anticonceptivo oral.
Respecto a los beneficios para la fertilidad, el manual destaca que las mujeres usuarias de la anticoncepción hormonal oral son más proclives a someterse a exámenes ginecológicos rutinarios, por lo que se consigue una mayor protección frente a la patología cervical, ovárica, uterina y frente a infecciones causantes, con frecuencia, de problemas de infertilidad.
Asimismo, los anticonceptivos orales muestran mejoras en las manifestaciones androgénicas, como la seborrea, el hirsutismo y el acné. Según destacaron, estos fármacos son efectivos en más del 50% de los casos de acné.
Los especialistas explicaron en la publicación que la elevación de las concentraciones de globulina transportadora de asteroides (SHBG), inducida por los estrógenos, tiene un efecto de disminución de la testosterona circulante, dada la alta afinidad de ésta por su proteína transportadora, lo que justifica el efecto beneficioso de las píldoras que se comercializan en la actualidad.
En cuanto a los beneficios sobre los huesos, los expertos explicaron en la publicación que existen evidencias del efecto positivo de los anticonceptivos orales en la densidad ósea en mujeres perimenopáusicas, así como suficientes evidencias del efecto positivo en mujeres perimenopáusicas con oligomenorrea de origen hipotalámico. Sin embargo, señalaron que la evidencia es más limitada para las mujeres premenopáusicas anoréxicas.
Según manifestó el Dr. José Luis Dueñas Díez, coordinador de la publicación, profesor titular de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Sevilla y jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, "ningún método como la píldora tiene tantas y tan variadas muestras de evidencia científica comprobada que avalen no sólo su seguridad y eficacia, sino también sus beneficios adicionales".