PROFESIÓN
Crece la polémica entre médicos y enfermeros en torno a la prescripción
JANO.es y agencias · 28 enero 2008
El presidente de la OMC, Isacio Siguero, acusa de "oportunismo electoral" al presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado
Aluvión de películas del lado más comercial de la industria cinematográfica. Norteamérica como protagonista. Algunas tan dignas como Declaradme culpable, del gran Sydney Lumet, que sin ser ninguna obra de arte pasa con una nota muy superior a la gran mayoría. Pero Plan Oculto, de Spike Lee, es otra cosa.
A finales de los ochenta y principios de los noventa, este director, negro de piel, se convirtió en el máximo abanderado de la causa de la negritud con películas como Haz lo que debas, Fiebre salvaje y, muy especialmente, Malcolm X. Tras un tiempo de dudas y relativos fracasos, reaparece con Plan oculto, una excelente producción que recoge pinceladas de los temas que le convirtieron en autor de referencia, como el racismo y la violencia, para poner ante los ojos del espectador, con enorme habilidad y atractivo, una historia vieja y nueva: atraco con rehenes, cerco policial con todos sus inquietantes elementos, brillante diálogo entre secuestradores y negociador...
Ingredientes básicos tras los que va emergiendo cine de primera. El resultado es que, a través de una puesta en escena elegante y cautivadora, el espectador se introduce, fascinado, dentro de una historia ya contada, pero nueva en sus planteamientos.
Plan oculto (Estados Unidos, 2005). Director: Spike Lee. Intérpretes: Denzel Washington, Clive Owen, Jodie Foster, Willem Dafoe, Christopher Plummer.