REUMATOLOGÍA
JANO.es y agencias · 13 enero 2010
La Coordinadora Nacional de Artritis denuncia que las políticas de algunos sistemas de salud regionales dificultan el acceso a los fármacos más innovadores
Según el estudio “Accesibilidad de los pacientes a los tratamientos biológicos”, en España existen diferencias entre comunidades autónomas en el acceso a los fármacos biológicos, así como al resto de tratamientos, tal como señala en un comunicado la Coordinadora Nacional de Artritis (Conartritis).
El estudio demuestra que la disponibilidad de medicamentos efectivos no siempre garantiza que los pacientes se vayan a beneficiar de ellos, ya que “las políticas de los sistemas de salud regionales orientadas a garantizar el uso racional del medicamento, el creciente control del gasto farmacéutico y la diferencia de recursos, pueden dificultar el acceso a los fármacos más innovadores”.
El estudio, que identifica y agrupa un conjunto de variables con el fin de establecer si pueden existir diferencias de acceso a los fármacos biológicos en función del lugar de residencia del paciente, demuestra que el sistema de salud, la Atención Médica, el propio entorno del paciente y el médico prescriptor se revelan como condicionantes del acceso.
En este sentido, señala que la política farmacéutica es la primera variable que condiciona el acceso a las terapias más innovadoras, ya que el sistema sanitario español delega en las comunidades autónomas la responsabilidad última de la gestión del presupuesto de sanidad y, por tanto, son las que se encargan, a través de las Consejerías de Salud, de desarrollar políticas encaminadas a favorecer el uso racional del medicamento y contener el gasto farmacéutico.
Por otra parte, se observan diferencias en el número de especialistas. Así, la tasa de reumatólogos pertenecientes a los centros públicos del SNS oscila entre los más de 3 por cada 100.000 habitantes en Cataluña hasta menos de 1 por 100.000 habitantes en las Islas Baleares.
“La demora diagnóstica impide a muchos pacientes acceder al tratamiento que necesitan en el momento adecuado, es decir, antes de que se produzcan daños articulares irreversibles”, afirma Antonio Torralba, presidente de Conartritis. “Sin duda, una forma de mejorar o de impedir que se deteriore la calidad de vida de los pacientes con artritis reumatoide es conseguir que la enfermedad sea detectada lo antes posible”, añade.
Además, denuncia que la ausencia de actuaciones específicas para esta enfermedad dentro de los planes de salud autonómicos no ayuda a dar visibilidad a las necesidades e implicaciones que tiene para los pacientes que la sufren y, por supuesto, dificulta la concienciación de la sociedad.
Otra variable importante es el tiempo que transcurre desde que aparecen los primeros síntomas hasta que se obtiene un diagnóstico definitivo. La situación varía de unas regiones a otras desde los 10 meses de media en Galicia hasta los 35 meses en otras comunidades autónomas.
El estudio también pone de manifiesto que el nivel sociocultural y el entorno rural o urbano también condicionan el acceso a uno u otro tratamiento; así como los recursos específicos de atención con los que cuenta cada comunidad, como pueden ser los hospitales de día, que pueden favorecer el uso de unas terapias en detrimento de otras.