ONCOLOGÍA
JANO.es · 28 octubre 2009
El mejor conocimiento del cáncer de pulmón en mujeres contribuirá a la administración de una estrategia terapéutica más eficaz
En el XII Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) celebrado en Barcelona se presentó un número importante de comunicaciones sobre cáncer de pulmón que constatan los avances en esta patología, caso fundamentalmente de un estudio español que confirma que el cáncer de pulmón presenta características diferenciales en mujeres. Igualmente, un segundo trabajo llevado a cabo por investigadores españoles ha demostrado que los pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) con una mutación del gen EGFR podrán recibir tratamiento oral en vez de quimioterapia convencional, con un incremento significativo de la supervivencia en pacientes en estadios avanzados.
El factor de crecimiento epidérmico (EGF) y su receptor (EGFR), que se encuentra en las membranas celulares, han sido identificados como los responsables clave dentro del proceso de crecimiento y proliferación de las células normales. Se sabe que en varios tipos de cánceres humanos comunes, como el cáncer de pulmón no microcítico, EGFR se expresa en cantidades mucho mayores que en el tejido pulmonar normal.
El Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) realizó desde el mes de abril de 2005 hasta noviembre de 2008 un análisis prospectivo en 129 hospitales españoles de 2.105 muestras de tumor de pacientes con cáncer de pulmón no microcítico avanzado en un laboratorio central para la determinación de mutaciones de EGFR, registrando los hallazgos en una base de datos. Los pacientes que presentaban la mutación fueron 350 casos.
Según comentó la Dra. Dolores Isla, coordinadora del Comité Científico del XII Congreso de SEOM y miembro del GECP, “es de destacar el importante esfuerzo de ámbito nacional para la realización de un trabajo de estas características”. La confirmación de estos resultados y validación de la mutación EGFR como marcador predictivo se está realizando en diferentes estudios fase III en primera línea de tratamiento.
Inhibidores tirosín-quinasa de EGFR
“Con los datos disponibles –continúa la Dra. Isla– en la actualidad se puede recomendar la realización de determinaciones de la mutación EGFR en pacientes con CPNM no fumadores, mujeres, o con carcinoma no escamoso para indicar un tratamiento en primera línea con inhibidores tirosín-quinasa de EGFR si está presente esta mutación, pues es un potente marcador predictivo”.
Este importante estudio liderado por el Dr. Rafael Rosell, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón ha sido publicado hace pocos días en la revista médica The New England Journal of Medicine (2009;361:958-967). Para el Dr. Rosell, “es un avance más en la dirección de una medicina oncológica molecular que permite, junto al diagnóstico histológico, la incorporación de análisis genéticos para la correcta identificación de subclases moleculares, no sólo de cáncer de pulmón, sino también de otros tumores. En cáncer de pulmón ha constituido un hito el descubrimiento de las mutaciones del gen EGFR, que al igual que en la leucemia mieloide crónica y en tumores gastrontestinales del estroma, permite tratamientos específicos muy selectivos de las alteraciones genéticas que son conductoras de estos tipo de tumores”.
Cáncer de pulmón en mujeres
WORLD 07 es una base de datos prospectiva, epidemiológica y multicéntrica desarrollada por el GECP que recoge datos demográficos, hábitos, características clínicas y tratamientos de mujeres con cáncer de pulmón diagnosticadas en 36 hospitales de España. El objetivo es analizar un total de 2.000 pacientes para valorar las diferencias entre sexos, habiéndose incluido ya 510 pacientes desde octubre de 2007 hasta la actualidad. La mayoría presentaba la histología de adenocarcinoma (74%), un 43% eran no fumadoras, un 42% tenía historia familiar de cáncer (un tercio de cáncer de pulmón), con una supervivencia mediana para carcinoma no microcítico avanzado de 17 meses, confirmando el mejor pronóstico para mujeres conocido ya por otras series. El mejor conocimiento de las diferencias por sexo puede contribuir a la administración de una estrategia terapéutica que sea más eficaz.