INFECCIONES CARDIOVASCULARES
El índice de mortalidad de la endocarditis es del 30%
JANO.es · 15 octubre 2012
El presidente del Congreso de la Sociedad Española de Infecciones Cardiovasculares, el doctor Emilio Bouza, asegura que esta enfermedad se puede prevenir evitando las endoscopias y los catéteres.
El presidente del Congreso de la Sociedad Española de Infecciones Cardiovasculares, el doctor Emilio Bouza, ha asegurado que la endocarditis, enfermedad que se produce como resultado de la inflamación del endocardio, es grave, al estar condicionada por una insuficiencia cardíaca y requerir una cirugía posterior y, en este sentido, ha señalado que su indice de mortalidad se sitúa en torno al 30% y que sin el tratamiento adecuado, el paciente no sobrevive.
Sin embargo, "esta enfermedad se puede prevenir realizando una cirugía mejor y más correcta, evitando las endoscopias, los catéteres, aunque no siempre es posible dado que el paciente lo requiere", ha precisado durante el I Congreso de la Sociedad Española de Infecciones Cardiovasculares (SEICAV) y la VI reunión de Grupos de Apoyo al Manejo de la Endocarditis (GAMES), patrocinados por Novartis.
A este respecto, "las infecciones causadas por catéteres, marcapasos u otros dispositivos inciden en el paciente produciendo diatermias en endocarditis y causando infección en el endocardio, hecho que se asocia a una mortalidad elevada", ha señala.
De este modo, cuando el paciente padece una infección relacionada con un dispositivo de asistencia ventricular, con frecuencia, es necesario retirar y sustituir dicho dispositivo por otro "y seguir un tratamiento microbactoriano que suele prolongarse unas cuatro semanas", explica este experto.
Por lo general, el diagnóstico de infección después de una cirugía cardíaca resulta difícil, dado que no existe un marcador cien por cien sensible y específico. Durante una intervención quirúrgica se produce un síndrome de respuesta inflamatoria sistemática, además de una elevación consecuente de marcadores de inflamación como la PCR y la ProCT en ausencia de infección.
Ante esta situación, Bouza considera que "los riesgos de la cirugía vascular recaen en la importancia del pronóstico, ya que pueden provocar infecciones bacterianas agudas y graves, con una gran repercusión sistémica, hecho que eleva el índice de mortalidad causado por este tipo de infecciones".