SIDA
JANO.es · 24 febrero 2009
Las comorbilidades condicionan el inicio del tratamiento, llegando a determinar el tratamiento más idóneo según el órgano enfermo
El Grupo de Estudio dedicado a la investigación del VIH/sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), GESIDA, recomienda el inicio del tratamiento en situación más precoz en cuanto a los linfocitos CD4 a fin de prevenir la evolución de comorbilidades y evitar una serie de enfermedades como el cáncer o problemas cardiológicos o hepáticos, según ha publicado la entidad en las nuevas guías del tratamiento antirretroviral (TARV) en adultos infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana.
De acuerdo con el comunicado de GESIDA, estas enfermedades aparecen en menor medida si el tratamiento se inicia cuando los linfocitos CD4 están por encima de los 350 células por mililitro y, asimismo, los niveles de carga viral plasmática son otra de las condiciones que pueden matizar el inicio o no del TARV en pacientes asintomáticos, ya que en aquellos que presentan síntomas el inicio del tratamiento antirretroviral está siempre indicado.
Si la carga viral es indetectable (menos de 50 copias por mililitro) el virus no se replica. Por el contrario, cuando es elevada (más de 50.000 copias por mililitro) existe una mayor probabilidad de progresar a estadios más avanzados de la infección, siendo mayor el riesgo de infectar a otra persona cuando se expone.
En cuanto a las comorbilidades, los expertos señalan que condicionan un avance del inicio del tratamiento y, en algunos casos, ayudan a determinar el tratamiento más idóneo según el órgano enfermo. En pacientes con cirrosis hepática, hepatitis crónica por virus de la hepatitis B o C con indicación de tratamiento se recomienda iniciar el TARV.
Cumplimentación terapéutica
En palabras del Dr. Fernando Lozano, secretario de GESIDA y uno de los coordinadores de las guías, “estas recomendaciones, elaboradas por 40 expertos en VIH/sida, ofrecen a los clínicos una información muy completa y están consideradas entre las mejores a nivel internacional, gozando de un gran predicamento en España e Iberoamérica”.
Por su parte, como señaló el Dr. López Aldeguer, redactor general de las guías y miembro de la SEIMC, “la adherencia es la clave del éxito, ya que si el paciente no se toma el tratamiento o se lo toma mal no cabe esperar ningún éxito o incluso en el caso de tomarlo mal puede quemar los fármacos. El virus se hace resistente al tratamiento y los fármacos dejan de ser útiles cuando el paciente quiera tomarlos”.
La ansiedad, la depresión y el estrés dificultan la consecución de una adherencia adecuada, por lo que debe considerarse la intervención psicológica y psiquiátrica como parte importante de la asistencia habitual. En este sentido, el Dr. López Aldeguer apuntó que “para que los pacientes realicen de forma adecuada el tratamiento es necesario que estén informados acerca de su enfermedad y los fármacos que tienen que tomar, que entiendan la relación riesgo-beneficio y se sientan motivados”.