ENFERMEDADES INFECCIOSAS

El zinc previene los síntomas y acorta la duración del resfriado común y la gripe

BMJ · 16 noviembre 2021

Una nueva revisión sistemática rápida y un metanálisis de ensayos controlados aleatorizados llevado a cabo por diferentes universidades internacionales muestran que el zinc puede prevenir los síntomas y acortar la duración de las infecciones virales agudas del tracto respiratorio adquiridas por contagio, como el resfriado común y las enfermedades similares a la gripe.

Los resultados de la revisión, publicados en BMJ Open, incluyeron 28 ensayos controlados aleatorizados, con 5.446 participantes adultos de todos los grupos de edad. Sin embargo, ninguno de los ensayos era específico para el SARS-CoV-2 debido a que los resultados de esos estudios estaban suspendidos en ese momento.

El equipo internacional descubrió que cuando se utilizaba el zinc para la prevención había 28 por ciento menos riesgo de contraer los síntomas propios del resfriado común y 68 por ciento menos riesgo de contraer una enfermedad similar a la gripe.

Sin embargo, los efectos protectores del zinc no fueron significativos (4 por ciento menos riesgo) cuando los participantes se infectaron a propósito con el rinovirus humano, una de las causas más frecuentes de las infecciones del tracto respiratorio superior. Otros virus respiratorios comunes son el coronavirus, el adenovirus, el virus de la parainfluenza y el virus de la gripe.

Concretamente, cuando se utilizó como tratamiento se comprobó que el zinc acortaba la duración de los síntomas en unos 2 días y reducía la gravedad sintomática del tercer día, en torno al pico de la enfermedad, pero la reducción de la gravedad general de los síntomas no fue significativa.

Aunque hubo mayor riesgo de efectos adversos no graves que pueden limitar la tolerabilidad para algunas personas (como náuseas o irritación bucal y nasal), el riesgo de efectos adversos graves (como la deficiencia de cobre del zinc oral y la pérdida de olfato de los aerosoles y geles nasales de zinc) fue bajo.

La autora principal de la revisión, Jennifer Hunter, de la Universidad de Western Sydney (Australia), señala que los resultados se basan en revisiones sistemáticas anteriores y añaden nuevas e importantes pruebas sobre el papel del zinc como algo más que un suplemento dietético para las poblaciones con deficiencias de este elemento.

"Se suele pensar que el papel del zinc en la prevención y el tratamiento de las infecciones se limita a las personas con deficiencias de zinc. Nuestros resultados ponen en tela de juicio esta idea", afirma.

"Dos grandes ensayos de China ha descubierto que una dosis muy baja de zinc en nebulizador nasal reducía el riesgo de enfermedad clínica. Los dos ensayos más pequeños realizados en Estados Unidos, que evaluaron los efectos preventivos del zinc oral, excluyeron a las personas con deficiencia de zinc. Todos los demás ensayos que evaluaron el zinc para el tratamiento del resfriado común se realizaron en poblaciones en las que la carencia de zinc es muy poco probable", explica Hunter.

Sin embargo, afirma que no todos los resultados de la revisión favorecieron al zinc. "Nuestra revisión sistemática fue la primera en incluir estudios en los que los participantes fueron infectados a propósito con rinovirus humano, una causa común de infecciones del tracto respiratorio superior. En estos estudios no se observó un efecto protector significativo del uso de pastillas de zinc, ni antes ni después de la inoculación", afirma.

Con todo, aclara que "estos ensayos sobre rinovirus humano eran muy pequeños, lo que hace que los resultados no sean fiables". Sin embargo, sigue planteando la duda de si los efectos antivirales no significativos que se observaron del zinc en el laboratorio también se aplican en el mundo real, al menos contra los rinovirus.

Asimismo, los investigadores también destacan en sus conclusiones los retos que plantea la variabilidad de las fórmulas y las dosis de zinc, así como sus mecanismos de acción. "Los médicos y los consumidores deben ser conscientes de que sigue existiendo una gran incertidumbre en cuanto a la eficacia clínica de las distintas fórmulas, dosis y vías de administración del zinc", afirma Hunter.

"Por el momento, no hay suficientes investigaciones para afirmar si un nebulizador nasal de zinc, frente a un gel nasal o una pastilla es mejor o peor que los demás. La mayoría de los ensayos utilizaron formulaciones de gluconato de zinc o acetato de zinc, pero eso no significa que otros compuestos sean menos eficaces", subraya.

A pesar de estas incertidumbres, asegura que los productos de zinc "están ampliamente disponibles, son asequibles y, en general, son seguros, incluido el uso a corto plazo de pastillas y cápsulas de zinc en dosis altas que se utilizó en muchos de los ensayos".

"Dos cosas que la gente quiere saber cuando tiene un resfriado es cuánto va a durar y cuánto va a enfermar. Descubrimos que el zinc probablemente reduce la duración de la enfermedad y hubo bastantes señales que nos indicaron que el zinc tiene el potencial de reducir la gravedad, en particular en ese momento álgido de la enfermedad entre los días 2 y 4. Esto proporciona a los médicos y a los pacientes una alternativa viable al uso inadecuado de antibióticos, que sigue siendo un problema importante en todo el mundo", concluye la investigadora.

Referencia: BMJ Open. 2021;11(11):e047474. Published 2021 Nov 2. doi:10.1136/bmjopen-2020-047474