EL 41% TUVIERON QUE VER CON DISCREPANCIAS CON LA ATENCIÓN O EL FÁRMACO PRESCRITO
En 2013 hubo en España 354 agresiones a médicos, un 15% menos que el año anterior
JANO.es · 20 marzo 2014
La Organización Médica Colegial reclama que las agresiones sean consideradas delito de atentado, tanto si se producen en el ámbito público como en el privado.
En el último año se notificaron en España un total de 354 agresiones a médicos durante el ejercicio de su actividad, lo que representa un descenso del 15% con respecto al año anterior, en que se produjeron 416 casos. Los datos corresponden al Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC).
Con motivo del Día Nacional contra las Agresiones en el ámbito sanitario, que se celebra este jueves, el presidente de esta entidad colegial, Juan José Rodríguez Sendín, ha insistido en que "no se puede tolerar" que se sigan produciendo estos incidentes. "Un profesional sanitario, cuando trabaja, no hace más que intentar distribuir los recursos que le ofrecen, no tiene recursos propios, y es el que pone la cara a decisiones que toman otros, los políticos o los gerentes, para decirle a la gente a lo que tiene o no derecho", ha insistido.
El informe muestra un descenso de los casos en la mayoría de las comunidades en comparación con el año anterior, y ue es especialmente significativo en Andalucía (de 93 a 80), Comunidad de Madrid (63 a 44) o Murcia (16 a 6). En cambio, hay otras donde el número de casos se ha incrementado, como en Castilla-La Mancha (de 12 a 17), Asturias (de 11 a 13), Canarias (de 8 a 10) o Cantabria (de 10 a 12).
Teniendo en cuenta el número de agresiones por cada mil médicos colegiados, la región con más casos es Ceuta y Melilla, con 11,97 casos por cada mil facultativos, seguida de Extremadura (4,66), Cantabria (3,64) o Andalucía (2,37), mientras que las que presentan una menor tasa son Aragón (0,12), País Vasco (0,47) y Galicia (0,54).
La mayoría de los casos se siguen registrando en la sanidad pública (89%), y hasta el 56% se producen en Atención Primaria, frente al 27% del ámbito hospitalario, de las que casi la mitad se da en los servicios de Urgencias.
En cuanto al agresor, uno de cada cuatro (25%) son familiares del paciente, una circunstancia que ha disminuido respecto al año anterior, en que era 1 de cada 3. El 34% eran pacientes que tenían cita, mientras que un 25% eran pacientes del centro que acudieron sin cita previa y un 16% eran usuarios del centro.
Disconformidad con la atención recibida
Entre los motivos, aumenta considerablemente (del 6 al11% de los casos) el porcentaje de agresiones por informes médicos no acordes con las exigencias del paciente. Otro 11% tiene que ver con que el médito receta un medicamento distinto al que propone el paciente, el 30% se producen por discrepancias en la atención médica, el 12% por el tiempo en ser atendido, el 9% por discrepancias personales; el 7% en relación con la incapacidad laboral, el 4% por malestar en el funcionamiento del centro y el 16% por 'otras causas'.
El documento también refleja que en el 18% de los casos se produjeron lesiones de algún tipo y hasta en un 9% de los casos el médico pidió la baja laboral. Asimismo, en el 63% de los casos se efectuaron diligencias y, de éstas, en un 68% se presentó denuncia y un 59% llegaron a juicio.
El problema, ha reconocido el secretario general de la OMC, Serafín Romero, es que hasta en un 68% de estos casos los médicos no contaron con el apoyo o asesoramiento del centro/empresa donde realizaban su trabajo en el momento de la agresión.
Disparidad de sentencias
En los cuatro años que lleva en marcha el Observatorio, se han registrado un total de 109 sentencias, si bien no hay un criterio unívoco a la hora de establecer si lo que se juzga es un delito o una falta. Precisamente estas diferencias también han sido criticadas por el presidente de la OMC, quien lamenta que todavía no se haya homogeneizado la respuesta de jueces y fiscales.
"Hay quienes lo consideran un atentado, pero sólo si sucede en el ámbito público. Hay otros que entienden que trabajar en un centro público es diferente a hacerlo en uno privado", asegura Rodríguez Sendín, que hace notar que hay jueces que se amparan en que si trabajan en la sanidad privada no se pueden considerar autoridad pública. "No puede ser que sea más barato pegar un bofetón por la tarde en la consulta privada que por la mañana en la pública", ha insistido.