PEDIATRÍA

Guía de buena práctica clínica en asma infantil

JANO.es · 19 octubre 2007

La Organización Médica Colegial, que ha elaborado esta guía, recuerda que el asma sigue siendo en España la enfermedad crónica más frecuente en la infancia

El Dr. Alan Coates, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Sydney (Australia), es co presidente del Comité Científico del Grupo Internacional para el Estudio del Cáncer de Mama (IBCSG) y uno de los grandes expertos mundiales en esta área de la oncología.

­Dr. Coates, ¿cuáles son las razones principales por las que se explica el incremento de la incidencia del cáncer de mama en las últimas décadas?

­Una de las peculiaridades del cáncer de mama es que, tal y como sucede con otras, si bien escasas, neoplasias, presenta una mayor incidencia en los países desarrollados. Incidencia, además, que resulta a su vez mayor en los grupos socioeconómicos más elevados. Las razones no están bien definidas, pero parece que las mujeres con mayor solvencia económica tienden a prolongar su etapa educativa y, en consecuencia, a retrasar su maternidad. Y sabemos que la maternidad precoz actúa como protector frente al cáncer de mama. De hecho, cuanto más joven sea la madre, menor será su riesgo. En el caso de España, la incidencia es inferior a la de la mayoría de países europeos --mediterráneos incluidos--, pero coincidiendo con las razones expuestas anteriormente, resulta superior a la de los países Iberoamericanos --salvo alguna excepción como Argentina--. En definitiva, la incidencia se ha incrementado, lo que seguramente signifique que los estándares de vida también lo han hecho. La buena noticia es que la tasa de mortalidad mantiene el descenso iniciado a principios de los noventa.

­¿Qué factores ambientales o estilos de vida predisponen a este cáncer?

­De acuerdo con las evidencias recogidas en la bibliografía, las auxiliares de vuelo y las mujeres que pasan mucho tiempo a gran altitud, esto es, donde la exposición a los rayos cósmicos es mayor, presentan una mayor incidencia de cáncer de mama. De la misma manera, y de acuerdo con lo observado en niños con enfermedad de Hodgkin sometidos a rayos X, la mama irradiada con rayos X presenta un riesgo significativamente mayor de desarrollar un tumor. Por su parte, también se ha constatado que el consumo de alcohol, incluso en cantidades mínimas, se asocia con un incremento de la incidencia. Sin embargo, se trata de factores cuya influencia debe considerarse mínima: el factor de riesgo más importante es ser mujer. Y el segundo, el envejecimiento.

­En ocasiones ha comentado que el cáncer de mama no es la misma enfermedad que encontró cuando se inició en su estudio y manejo, hace ya 40 años...

­Tan sólo debe recordarse el silencio que envolvía al cáncer de mama, más bien a las afectadas, hace 40 años. No en vano, se pensaba que se trataba de una enfermedad infecciosa, contagiosa, por lo que las mujeres no podían hablar de la misma y no acudían a la consulta en busca de tratamiento. Así, el cáncer se encontraba en fases muy avanzadas en el momento del diagnóstico. Es cierto que esta situación aún se mantiene en la mayoría de países en vías de desarrollo, pero no en el mundo desarrollado, en el que la detección se lleva a cabo en estadíos precoces gracias al conocimiento de las mujeres sobre la enfermedad. Además, la cirugía no es tan agresiva como antaño, pues, por un lado, el tumor es más pequeño --gracias a la detección más precoz-- y, por otro, contamos con numerosos estudios que nos han constatado que no necesitamos extirpar toda la mama. De ahí la cirugía más conservadora que, siempre que nos resulta posible, practicamos en la actualidad. Sólo extirpamos el tumor, lo que si bien no se asocia con un incremento de la supervivencia, no altera de manera tan significativa la calidad de vida de las pacientes. Lo que realmente incrementa la supervivencia es la quimioterapia, sobre todo los tratamientos hormonales.

­¿Cuáles son los principales obstáculos que encuentran los clínicos a la hora de poner en marcha un ensayo?

­La verdad es que, contrariamente a como aún creen muchos clínicos, las participantes no suponen ningún obstáculo a la hora de llevar a cabo los estudios: con independencia del país donde se vaya a llevar a cabo, hasta dos terceras partes de las mujeres seleccionables aceptará tomar parte en un ensayo clínico sobre cáncer de mama. Por el contrario, los obstáculos los encontramos en la logística y en los propios doctores, muy especialmente en aquellos que creen conocer todas las respuestas. Los médicos se han hecho preguntas acerca del cáncer de mama durante más de 50 años, y el resultado se traduce en los conocimientos que albergamos en la actualidad. Capítulo aparte merecen las normativas que regulan el desarrollo de ensayos clínicos, excesivamente duras en mi opinión. Desde luego que tenemos que mirar por la seguridad de los participantes, pero también hay que confiar en el trabajo de los grupos colaborativos, en muchas ocasiones limitado por la normativa y la burocracia.

­¿Qué papel están llamadas a jugar las terapias experimentales en el manejo del cáncer de mama en un futuro próximo?

­Hace ya 30 años que contamos con terapias dirigidas a una diana molecular específica, concretamente a los estrógenos. Y de la misma manera, en la actualidad también contamos con fármacos dirigidos a los receptores HER, anticuerpos antiangiogénicos y pequeñas moléculas. En definitiva, contamos con diferentes mecanismos que nos ofrecen múltiples posibilidades para suprimir el crecimiento tumoral. Por su naturaleza, el cáncer tiene numerosas rutas de escape, por lo que cuanto mayor sea el número de vías para tratarlo, mayores serán las posibilidades que tengamos de controlarlo. En este sentido, tengo grandes esperanzas depositadas en las nuevas herramientas surgidas de la investigación básica --entre otras, la angiogénesis y las terapias moleculares y metabólicas--. Herramientas que, lógicamente, deben ser evaluadas a través de ensayos clínicos con un elevado número de pacientes, por lo que el camino será largo y muy costoso económicamente. Pero es el único camino hacia el progreso.