ARTERIOCLEROSIS

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JANO.es y agencias · 10 abril 2008

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Para el mundo, apareció en Parma el 25 de marzo de 1867 y para la dirección de orquesta, el 30 de junio de 1886 cuando, en Río de Janeiro, tuvo que sustituir al director titular poco antes de que el telón se levantara para la primera representación de Aida.

El joven Toscanini de 19 años, cuyo instrumento fundamental era el violonchelo, se había unido a la troupe como pianista para acompañar las repeticiones de los cantantes. Conocía la ópera tan a fondo que la dirigió de memoria, y lo mismo haría durante toda su vida artística con todo su amplísimo repertorio: 117 óperas de 53 compositores y 480 obras sinfónicas de 175 músicos. El gran éxito que obtuvo en aquella velada determinó su futuro de director. Sólo una vez volvería a tocar el violonchelo y fue para participar en el estreno de Otello, de Verdi, en la Scala de Milán.

En el panorama musical del paso del siglo XIX al XX y durante la primera mitad de este último, Toscanini apareció como un revulsivo. El gran director húngaro George Szell escribió: “Es evidente que modificó el concepto entero de dirección y que corrigió mucho, muchísimos procedimientos de una generación de directores que le precedieron... Barrió la arbitrariedad de los intérpretes posrománticos. Eliminó los trucos falaces y el espeso depósito de matices interpretativos que había venido acumulándose durante décadas”.

La concepción musical de Toscanini era aparentemente simple. Se basaba en el respeto escrupuloso a la partitura. Ésta no debía ser un vehículo de autoexpresión para el director, sino que, teniendo delante las notas escritas y las indicaciones del autor acerca del ritmo y de los matices, el director debía ser capaz, a través de su instinto, gusto y sentido musical, de transmitir lo que el compositor había querido expresar.

Esta “simplicidad” requería un trabajo lento, paciente y riguroso tanto con los cantantes como con todas las secciones de la orquesta para que el entero conjunto alcanzara la perfección. Toscanini murió el 16 de enero de 1957, hace 50 años. Para esta ocasión han ido apareciendo varios DVD de la serie Testament de BMG Music, que contienen las grabaciones, debidamente remasterizadas, de varios conciertos televisivos que tuvieron lugar entre 1948 y 1952.