Viernes, 03 de Mayo del 2024

Últimas noticias

PSIQUIATRÍA

La depresión es el trastorno mental más frecuente en los ancianos

JANO.es · 30 abril 2008

El riesgo de suicidio en personas de edad avanzada con enfermedad mental es de un 15% y la consumación del acto es más habitual que en la etapa adulta

Un par de generaciones atrás, el tránsito de la vida infantil a la adulta se producía mediante ritos de paso. Como quien sube los peldaños de una escalera, el joven se acercaba al mundo adulto. Había un rito para todo: la comunión solemne, la salida de la escuela, la entrada en el aprendizaje laboral y la primera novia, sí, pero también la primera excursión al barrio chino y la primera borrachera. La autoridad familiar aflojaba lentamente la presión: “¡A las ocho en casa!”. El viaje de la infancia a la edad adulta culminaba, en el caso de los chicos, en un último rito de paso: el servicio militar, que implicaba el aislamiento de los jóvenes durante un largo tiempo, un tiempo en el que, algunos mecanismos interesantes (servicio a la sociedad, igualitarismo, lejanía del entorno familiar, vida comunitaria) se echaban a perder. En la isla de la mili, el tiempo se despilfarraba, se aprendían los vicios sociales (escaqueo, alcoholismo, gandulería) y se entrenaba uno a confundir la autoridad con el abuso de poder, la verdad con el grito, el orden con la represión. Dominada por una deplorable falta de objetivos didácticos y por el rigorismo autoritario, la isla militar educaba para el absurdo, la molicie y la corrupción.

Aquel mundo represivo e hipócrita desapareció sin dejar rastro. Substituido por otro mucho más liberal. Tan liberal, que ha eliminado todas las normas. Excepto una: está prohibido que los padres pronuncien la palabra “no”. Está terminantemente prohibido a los padres negar una golosina, unas deportivas, una consola o una fiesta a sus vástagos.

¿Quién lo prohíbe? La autoridad indiscutible del grupo infantil o juvenil. Autoridad que a veces toma la forma de la clase entera, a veces la del tirano de la peña, a veces la del triunvirato de chicas mandonas del colegio. Ya no existen rituales de paso: desde la más tierna edad, los niños se encuentran en restaurantitos o discotequitas, al margen de los progenitores, para celebrar los “cumples” y otras reuniones sociales. Fiesta a fiesta, regalo a regalo, la infancia y la juventud se funden. Son apenas púberes, pero ya frecuentan la noche infinita. Dominados por una autoridad invisible, aunque más gritona e imperativa que los viejos sargentos chusqueros, los jóvenes se socializan en la isla de la noche. Es decir: se someten a la jerarquía de la belleza, a la dictadura de las modas, al imperio de la peña..., rodeados por un mar de alcohol, bajo un diluvio de niebla blanca o química.

Noticias relacionadas

08 Apr 2008 - Actualidad

La depresión puede cuadriplicar el riesgo de Alzheimer

Un estudio holandés muestra que haber experimentado el trastorno mental, sobre todo antes de los 60 años, multiplica las probabilidades de desarrollar la enfermedad neurodegenerativa

05 Feb 2008 - Actualidad

Mujeres más propensas a la depresión que los varones a edad avanzada

Según un estudio norteamericano, la depresión mayor afecta a entre el 1 y el 2% de la población anciana, aunque hasta el 20% experimenta síntomas de este trastorno

Copyright © 2024 Elsevier Este sitio web usa cookies. Para saber más acerca de nuestra política de cookies, visite esta página

Términos y condiciones   Politica de privacidad   Publicidad

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?