EPIDEMIOLOGÍA
JANO.es y agencias · 27 noviembre 2008
Le siguen el cáncer y las enfermedades respiratorias, según muestra el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2007
Las enfermedades cardiovasculares se mantienen como primera causa de muerte en España, siendo causa de casi el 33% de las defunciones, seguidas del cáncer y las enfermedades respiratorias, según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud (SNS) 2007, realizado por el Observatorio del SNS y presentado ayer en el pleno del Consejo Interterritorial. El informe destaca que, en el último año, han aumentado en nuestro país las muertes por Alhzeimer e hipertensión y han descendido las defuncionaes por accidente de tráfico.
Sobre las principales causas de hospitalización, el documento resalta que, entre las mujeres, las más comunes son los episodios de embarazo, parto y puerperio (24,6%); las enfermedades del aparato circulatorio (10,4%), las digestivas (9,6%), los tumores (7,7%) y las respiratorias (7,5%), mientras que, entre los hombres, la primera causa es la enfermedad circulatoria (15,3%), seguida de la digestiva (14,8), la del aparato respiratorio (13,2), las lesiones e intoxicaciones (10) y los tumores (9,6).
No obstante, según este informe, que llega a su quinta edición, la esperanza de vida en España se sitúa en los 80,23 años, casi 77 años en varones y 83,5 en mujeres, lo que supone que los españoles aventajamos en 6 años al resto de los habitantes de la Unión Europea.
A pesar de que la esperanza de vida es mayor en las mujeres, ellas perciben peor su salud general, ya que padecen durante más tiempo discapacidades y sufren antes que los hombres las enfermedades crónicas. De hecho, el número de años que pasan las mujeres sin sufrir una enfermedad crónica es de 38, mientras que en los hombres es de 41. Además, las mujeres viven con buena salud algo más de 58 años, mientras que los hombres llegan casi a los 60.
Entre las posibles causas de esta desigualdad figuran la merma en la salud de las mujeres producida por la sobrecarga de trabajo, la falta de tiempo libre, los empleos repetitivos y de escaso reconocimiento social, junto con las situaciones de dependencia económica, entre otras.