ONCOLOGÍA
JANO.es · 29 enero 2009
El 47% nunca se había hecho una mamografía, y sólo un 23% lo había hecho en el último año
A pesar de constituir un grupo con mayor riesgo de aparición de nuevos tumores, las mujeres que sobrevivieron a un cáncer a lo largo de su infancia descuidan las revisiones periódicas a través de mamografías. La evidencia deriva de un estudio llevado a cabo por investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista The Journal of the American Medical Association (JAMA).
El estudio analizó a un total de 625 mujeres de entre 25 y 50 años que habían recibido tratamiento radioterápico durante su infancia después de haber padecido un cáncer –un linfoma de Hodgkin en un 70% de los casos.
Los resultados mostraron que, a pesar de que los médicos recomiendan en estos casos una mamografía al año a partir de la edad de 25 o a los ocho años después de haber finalizado la radioterapia, el 47% nunca se habían hecho la prueba. Además, únicamente un 23% lo había pasado en el último año.
En palabras del Dr. Kevin Oeffinger, investigador principal del estudio, “las cifras fueron mucho más bajas de lo esperado”. Más aún cuando se contempla que el riesgo de volver a padecer un cáncer de mama es del 20%, sobre todo a partir de los 30 años.
La Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO) recomienda que todas las mujeres se hagan mamografías a partir de los 40 años, aunque después de este estudio los autores advierten de que hay que insistir más a las pacientes que han sufrido un cáncer en la niñez. No en vano, como concluye el Dr. Oeffinger, “el riesgo de recaídas no es del todo conocido, sobre todo en las pacientes más jóvenes”.