ENFERMEDADES INFECCIOSAS

Los fármacos orales para tratar la COVID-19 funcionan bien contra la variante Ómicron

The New England Journal of Medicine · 31 enero 2022

Medicamentos como molnupiravir, remdesivir y Paxlovid neutralizan la variante en el laboratorio, al contrario de lo que sucede con los anticuerpos disponibles, que se muestran mucho menos eficaces contra esta variante.

Los nuevos fármacos orales para tratar la COVID-19 también son muy eficaces contra la variante Ómicron del virus en pruebas de laboratorio, según un nuevo estudio publicado en The New England Journal of Medicine. Sin embargo, los tratamientos con anticuerpos disponibles -que suelen administrarse por vía intravenosa en los hospitales- son sustancialmente menos eficaces frente a Ómicron que frente a otras variantes anteriores del virus. Y algunos anticuerpos han perdido por completo su capacidad de neutralizar esta variante en dosis realistas.

"La conclusión es que tenemos contramedidas para tratar Ómicron. Es una buena noticia -afirma Yoshihiro Kawaoka, de la Universidad de Wisconsin-Madison (Estados Unidos) y de la Universidad de Tokio (Japón)-. Sin embargo, todo esto es en estudios de laboratorio. Aún no sabemos si estos resultados se trasladan a los humanos".

Los tratamientos disponibles se diseñaron y ensayaron antes de que los investigadores identificaran la variante Ómicron, que difiere significativamente de las variantes anteriores del virus. Cuando se identificó, los científicos temían que estas diferencias, causadas por mutaciones en el genoma viral, pudieran reducir la eficacia de los fármacos diseñados para tratar la versión original del coronavirus.

En experimentos de laboratorio con células de primates no humanos, el equipo de Kawaoka probó un conjunto de terapias de anticuerpos y antivirales contra la cepa original y sus variantes más destacadas, incluidas Alfa, Delta y Ómicron.

El molnupiravir y el remdesivir fueron tan eficaces contra la variante Ómicron como contra las variantes anteriores. En lugar de probar Paxlovid, formulado para administrarse por vía oral, el equipo probó un fármaco relacionado de Pfizer que se administra por vía intravenosa. Los dos interrumpen la misma parte de la maquinaria viral. Descubrieron que la forma intravenosa del fármaco mantenía su eficacia contra Ómicron, y esta versión se encuentra actualmente en fase de ensayo clínico.

Los cuatro tratamientos con anticuerpos que probaron los investigadores fueron menos eficaces contra Ómicron que contra cepas anteriores del virus. Dos tratamientos, el sotrovimab y el evusheld conservaron cierta capacidad para neutralizar el virus. Sin embargo, necesitaban entre 3 y 100 veces más dosis para neutralizar Ómicron en comparación con las versiones anteriores.

Dos tratamientos con anticuerpos de Lilly y Regeneron fueron incapaces de neutralizar Ómicron en las dosis habituales.

Estos resultados eran esperables, dado que la variante Ómicron difiere de las cepas anteriores del SARS-CoV-2, según los investigadores. Ómicron tiene docenas de mutaciones en la proteína de la espícula, que el virus utiliza para entrar e infectar las células. La mayoría de los anticuerpos fueron diseñados para unirse y neutralizar la proteína de la espícula original y cambios importantes en dicha proteína provocan que los anticuerpos tengan menos probabilidades de unirse a ella.

En cambio, los antivirales orales se dirigen a la maquinaria molecular que el virus utiliza para hacer copias de sí mismo dentro de las células. La variante Ómicron solo presenta unos pocos cambios en esta maquinaria, lo que hace más probable que los fármacos conserven su capacidad de interrumpir este proceso de replicación.

El laboratorio de Kawaoka está estudiando ahora nuevos candidatos a anticuerpos para identificar los que podrían neutralizar la variante Ómicron.

Referencia: N Engl J Med. 2022;10.1056/NEJMc2119407. doi:10.1056/NEJMc2119407