ALERGOLOGÍA
Los ingresos hospitalarios en Reino Unido por anafilaxia inducida por alimentos se han triplicado en 20 años
BMJ · 19 marzo 2021
La tasa de personas que ingresan en el hospital en Reino Unido debido a una reacción anafiláctica causada por alimentos se ha triplicado en un periodo de 20 años. A pesar de ello, la tasa de mortalidad por anafilaxia inducida por alimentos se redujo a la mitad durante el mismo período, según una nueva investigación publicada en el British Medical Journal.
La alergia alimentaria es la causa más común de reacciones anafilácticas. En todo el mundo se ha registrado un aumento considerable de los ingresos hospitalarios por anafilaxia alimentaria, pero no está claro si esta tendencia se mantiene y, en caso afirmativo, si ha provocado un aumento de las reacciones mortales.
Para explorar la cuestión, investigadores del Imperial College London (Reino Unido) se propusieron describir las tendencias temporales de los ingresos hospitalarios debidos a la anafilaxia alimentaria en el país durante los últimos 20 años.
Estudiaron los datos entre 1998 y 2018, midiendo las tendencias temporales, la edad y la distribución por sexo de los ingresos por anafilaxia debidos a desencadenantes alimentarios y no alimentarios, y luego los compararon con las muertes notificadas.
Entre 1998 y 2018, un total de 101.891 personas fueron admitidas en el hospital por anafilaxia. De estos ingresos, 30.700 (30 por ciento) fueron codificados como debidos a un desencadenante alimentario.
Los ingresos por anafilaxia alimentaria aumentaron de 1,23 a 4,04 por cada 100.000 habitantes al año (entre 1998 y 2018), un aumento anual del 5,7 por ciento.
El mayor aumento de los ingresos hospitalarios se observó en los niños menores de 15 años, con un aumento de 2,1 a 9,2 ingresos por cada 100.000 habitantes al año (un aumento anual del 6,6 por ciento, en comparación con el 5,9 por ciento en personas de 15 a 59 años y el 2,1 por ciento en las de 60 años o más).
Durante el periodo de 20 años, se identificaron 152 muertes en las que el evento fatal fue probablemente causado por anafilaxia inducida por alimentos.
La tasa de letalidad disminuyó del 0,7 por ciento al 0,19 por ciento para la anafilaxia alimentaria mortal confirmada y al 0,3 por ciento para la anafilaxia alimentaria mortal sospechada.
Al menos 86 (46 por ciento) de todas las muertes entre 1992 y 2018 fueron desencadenadas por cacahuetes o frutos secos, mientras que la leche de vaca fue responsable de 17 (26 por ciento) muertes en niños en edad escolar.
Los datos también muestran que durante el mismo período de tiempo las prescripciones de autoinyectores de adrenalina aumentaron en un 336 por ciento, un aumento del 11 por ciento por año.
Los investigadores afirman que las mejoras en el reconocimiento y el tratamiento de la anafilaxia podrían explicar en parte el descenso de la tasa de mortalidad a pesar del aumento de los ingresos hospitalarios por anafilaxia.
No existen pruebas que sugieran que los criterios clínicos utilizados para diagnosticar la anafilaxia hayan cambiado en el Reino Unido durante el periodo de estudio, añaden. Aunque el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) introdujo una guía nacional en 2011, que puede haber dado lugar a un aumento de las hospitalizaciones, el aumento interanual ha persistido desde entonces.
Los autores reconocen algunas limitaciones del estudio, como la posibilidad de que algunos casos de anafilaxia hayan sido codificados o diagnosticados erróneamente, y que no pudieron incluir los casos de anafilaxia atendidos en los servicios de urgencias que no requirieron ingreso hospitalario.
No obstante, utilizaron un conjunto de datos nacionales en el contexto del sistema sanitario del Reino Unido, lo que permitió extraer conclusiones sólidas en comparación con otros países.
Por ello, los investigadores concluyen que "la leche de vaca se identifica cada vez más como el alérgeno culpable de las reacciones alimentarias mortales, y es ahora la causa más común de anafilaxia mortal en los niños. Se necesita más educación para resaltar los riesgos específicos que plantea la leche de vaca a las personas alérgicas para aumentar la concienciación entre las empresas alimentarias."
"Es necesario seguir trabajando para evaluar la evidencia de una vulnerabilidad relacionada con la edad a la anafilaxia grave en los adultos jóvenes, mejorando así nuestra capacidad para estratificar el riesgo de los pacientes con alergias alimentarias y para reducir el riesgo de resultados fatales", concluyen.