SALUD PÚBLICA
JANO.es · 15 noviembre 2010
Con motivo, hoy, del Día Nacional Sin Alcohol, la OMC recuerda los riegos de su consumo, especialmente entre los más jóvenes y las embarazadas.
En los últimos años, se viene registrando un aumento del consumo de alcohol entre los menores y los jóvenes, así como una tendencia a empezar a consumir alcohol a una edad cada vez más temprana. Por ello, durante estos años tan vulnerables es importante sentar unas bases sólidas de actividades educativas, preventivas y de apoyo, fundamentales para la salud en un futuro, recomienda la Organización Médica Colegial (OMC), con motivo del Día Nacional Sin Alcohol, que se celebra hoy.
Así, recuerda la entidad, el alcohol se ha convertido en uno de los problemas de salud pública más importantes de nuestro país, que en muchos casos va acompañado de otros problemas como trastornos psiquiátricos secundarios y secuelas neuropsicológicas, además de ser uno de los factores de riesgo para el desarrollo de cánceres como el de estómago o el de hígado.
Desde la OMC, se destaca la necesidad de potenciar las estrategias en la reducción del consumo de alcohol. Se trata, en opinión de los expertos, de una droga con efectos en la esfera conductual, psicológica, médica y social, que pueden ser muy graves a causa de su toxicidad física y de la dependencia. De hecho, cada vez hay más evidencias que demuestran que la vulnerabilidad genética a ciertas formas de alcoholismo es un factor de riesgo en algunas personas.
Ya en 2007 la OMC se unió al llamamiento del Parlamento Europeo, para que se cuantificasen las consecuencias nocivas del consumo de alcohol entre los menores y se estableciesen unos “objetivos europeos” destinados a reducirlo y se endurecieron las normas de etiquetado, dispensación y publicidad.
El papel del médico
Uno de los primeros contactos con las personas que tienen problemas por consumo de alcohol es en la red de atención primaria, por lo que los médicos, además de tratar las patologías asociadas al consumo del alcohol deben también abordar un cambio de mentalidad que permita tratar íntegramente el problema desde el individuo, el entorno familiar y comunitario.
Desde la OMC también se resaltan los riesgos del consumo de alcohol durante el embarazo para evitar las enfermedades y retrasos en el desarrollo de los recién nacidos. Por ello, también es importante la implantación de campañas informativas y planes de ayuda durante el embarazo así como un seguimiento especial después del parto.
En lo que a alcohol y conducción se refiere, la organización recuerda que “de los conductores fallecidos, el mayor porcentaje de positivos en alcohol se encontró en el colectivo de 31 a 50 años, según fuentes del Instituto de Toxicología” (2008), de manera que es necesario ampliar el alcance de ésta problemática más allá de los jóvenes. Desde la OMC se hace un llamamiento a la implementación y desarrollo de todas aquellas medidas formativas, informativas y divulgativas encaminadas a las acciones preventivas para tratar el consumo de alcohol y otras drogas en el ciudadano que conduce.