ONCOLOGÍA
JANO.es y agencias · 26 junio 2008
Sólo uno de cada diez casos se diagnostica en fases iniciales y únicamente el 4% de los afectados se cura definitivamente
En España se detectan cada año más de 4.000 casos de cáncer de páncreas y sólo el 4% de los pacientes diagnosticados se cura de forma definitiva. Al alto porcentaje de recaídas debe añadirse que sólo el 10% de los diagnósticos se realiza cuando la enfermedad aún está en fases iniciales, porque al principio los síntomas de alerta son muy inespecíficos, circunstancia que convierte al cáncer de páncreas en el tumor que más muertes provoca un año después de haber sido detectado, según informó la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
"El cáncer de páncreas es la cuarta causa de muerte en el hombre y la quinta en las mujeres, y su gravedad provoca que en lugar de determinar la supervivencia a los cinco años como se hace con otros tumores, en este caso sea a los 2 o 3 años", explicó el oncólogo del Hospital Parc Taulí de Sabadell, Dr. Carles Pericay.
En este sentido, el limitado arsenal terapéutico del que disponen los oncólogos y las escasas novedades farmacológicas aparecidas en los últimos años son algunos de los temas protagonistas dentro del X Congreso Mundial sobre Cáncer Gastrointestinal, que se celebra estos días en Barcelona.
En España, anualmente se diagnostican entre 9 y 12 casos nuevos de cáncer de páncreas por cada 100.000 habitantes, y en Europa provoca cada año la muerte de 80.000 afectados. En Estados Unidos, por ejemplo, a pesar de ser un tumor hasta ocho veces menos frecuente que el de mama produce, sin embargo, prácticamente el mismo número de muertes. "Son cifras que ponen de relieve que estamos ante uno de los procesos oncológicos más necesitados de nuevos agentes que se muestren activos frente a la enfermedad", aseguró el Dr. Pericay.
Se desconocen las causas de este cáncer, aunque sí se puede destacar el tabaquismo como el factor ambiental de mayor peso. Se calcula que en uno de cada diez casos aproximadamente existe un componente hereditario. "Todos los síntomas iniciales son inespecíficos, de manera que no suelen dar la cara hasta que la enfermedad se ha diseminado", comentó el citado especialista.
La cirugía es el único tratamiento indicado para su curación. Sin embargo, poco más de un 15% de los pacientes son candidatos a esta intervención en el momento del diagnóstico, ya que en el 85% de los casos el tumor ya se ha diseminado y afecta a estructuras vasculares cercanas que dificultan la extirpación. En la actualidad, se investiga el papel de la quimioterapia y la radioterapia para intentar reducir el tamaño del tumor de manera que pueda operarse con éxito.
"En los tumores avanzados la cirugía difícilmente puede garantizar que tras la intervención no queden células tumorales que motiven pronto una recaída", señaló el Dr. Pericay. De hecho, de ese 15% de candidatos a la cirugía, el 80% vuelve a manifestar la enfermedad al cabo de un año o año y medio y, además, lo hace de forma más agresiva que la primera vez.