El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha asegurado en un comunicado que los pacientes a los que se receten fármacos de uso hospitalario no tendrán quem pagar por ellos. La aclaración viene a propósito del Real Decreto-Ley de modificación de las pensiones, y en el que los medicamentos por orden de dispensación hospitalaria se incluyen, junto con los que se dispensan por receta médica en farmacias, dentro del concepto de prestación farmacéutica ambulatoria, que está "sujeta a la aportación del usuario".

Según Sanidad, estarán "totalmente exentos de aportación" los medicamentos denominados de uso hospitalario, categoría en la que se incluyen los antirretrovirales, el interferón beta o los anticoagulantes, entre otros. Además, seguirán sin requerir contribución económica los que se receten a los pacientes hospitalizados, que, en cualquier caso, quedan fuera de lo regulado en el real decreto.

El departamento que dirige Ana Mato ha precisado que la dispensación hospitalaria ambulatoria sí estará sujeta al pago. El citado real decreto recoge una enmienda según la cual se entiende por prestación farmacéutica ambulatoria "la que se dispensa al paciente mediante receta médica y orden de dispensación hospitalaria a través de oficina o servicios de farmacia". De este modo, añade Sanidad, se equipara la receta médica con la orden de dispensación ambulatoria.

El departamento de Ana Mato ha explicado, asimismo, que esta modificación tiene como finalidad principal la de "recoger la realidad de la farmacia hospitalaria, que ya no sólo la forman los medicamentos que se administran a los pacientes ingresados, sino que también son de dispensación ambulatoria, aunque en el hospital".

Igualmente, ha aclarado que esta medida se incluye dentro del proyecto de implantación de la receta electrónica en todo el territorio nacional y en todos los ámbitos, lo que requiere de una homogeneización en las denominaciones de la prescripción de los medicamentos.

Finalmente, ha reiterado que el Sistema Nacional de Salud cuenta con el sistema de aportación reducida (4,13 euros como máximo) para garantizar el acceso a medicamentos para enfermedades graves o crónicas, sean de dispensación hospitalaria o de oficina de farmacia.