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Sólo el 30% de las pacientes españolas optan por una reconstrucción mamaria tras un cáncer de mama. Un 10% se benefician de una reconstrucción mamaria inmediata en la misma operación para extirpar el seno, según explicó el Dr. José María Palacín, de la Clínica Teknon. Por su parte, de los 16.000 casos anuales de cáncer de mama que se diagnostican en España, un 20% de las mujeres opta por la reconstrucción diferida o tardía.

 

El Dr. Palacín remarcó que esta cifra contrasta con la de Estados Unidos, donde el 80% de las pacientes que sufre una extirpación se somete a una cirugía de reconstrucción inmediata, tendencia que siguen otros países europeos como Gran Bretaña y Francia. Y es que “la reconstrucción inmediata reduce el sufrimiento de las pacientes, tratándose de una cirugía menos agresiva que logra unos resultados estéticos muy satisfactorios”. Concretamente, consiste en la implantación de una prótesis especial de silicona o la colocación de tejidos propios de la paciente, o su combinación.

 

De esta forma, se reducen las intervenciones y se acorta el tiempo de recuperación y finalización del tratamiento. La prótesis se coloca inmediatamente después del tumor, pero a los tres meses o a los seis se procede a una segunda operación, ambulatoria y con anestesia local para la reconstrucción del pezón y la areola.

 

Según el especialista, el principal beneficio de la reconstrucción mamaria inmediata es psicológico, porque “el no perder la mama ayuda en gran medida a las pacientes a luchar contra la enfermedad y al mismo tiempo se mitigan los cuadros de ansiedad y las alteraciones del estado de ánimo propias de las pacientes”.

 

A su juicio, la escasa práctica de esta intervención radica en la “desinformación y poca atención que prestan en general las mujeres en esta situación. Cuando están sanas desoyen este tipo de mensajes y cuando les toca en primera persona, el shock es tan grande que no están en condiciones para decidir por sí mismas cuál es la alternativa más beneficiosa”.