DIABETES
Ultiman una calculadora para medir el riesgo cardiovascular en la población española con diabetes tipo 2
JANO.es · 25 junio 2012
La herramienta, realizada a partir de la base de datos del estudio ADVANCE, establece la probabilidad que tiene un paciente diabético de sufrir eventos cardiovasculares en un plazo de cuatro años.
La Red de Grupos de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria de la Salud (redGDPS) está trabajando en la validación en la población española de la calculadora de riesgo ADVANCE, que podría estar lista para finales de 2012. Esta herramienta, realizada a partir de la base de datos del Estudio ADVANCE (copatrocinado por Laboratorios Servier), establecerá la probabilidad que tiene un paciente con diabetes tipo 2 de sufrir eventos cardiovasculares en los próximos cuatro años.
Tal y como explica el Dr. José Manuel Millaruelo, miembro de la RedGDPS y médico del Centro de Salud Torrero La Paz en Zaragoza, hasta ahora, las tablas más utilizadas por los médicos españoles para la estratificación del riesgo cardiovascular en diabéticos tipo 2 son la SCORE, que valora la mortalidad total, y la Framingham, “que sobreestima en gran proporción el riesgo cardiovascular en la población general española”.
A diferencia de estas tablas, las ventajas que supondrá la utilización de la calculadora de riesgo ADVANCE son significativas. “Aunque todavía son utópicas hasta que se demuestren con el uso diario del instrumento, hay unas perspectivas muy halagüeñas, dado que la ecuación se obtiene del estudio más completo sobre pacientes diabéticos —más de 10.000 pacientes de todo el mundo—, de una edad media de 65 años y con un tiempo de evolución de la diabetes de 8 años. Eso hace intuir que la validez externa será alcanzable, dada la similitud con nuestros pacientes”.
La ecuación de riesgo de ADVANCE se basa en 10 factores comúnmente evaluados en la práctica clínica diaria: la edad al diagnóstico, el sexo del paciente, la duración en años de la diabetes, la presión de pulso, la presencia de retinopatía, la presencia de fibrilación auricular, la hemoglobina glicosilada, el índice albumina creatinina, el colesterol no HDL y la presencia o no de hipertensión tratada.
“La consideración de factores como el índice albumina creatinina o del colesterol no HDL resultan muy interesantes. El primero, por su estrecha relación con el riesgo cardiovascular y el segundo, por las características específicas de la dislipemia diabética, en la que la cifra de colesterol total no es siempre representativa del riesgo cardiovascular. Tal vez en España no estamos acostumbrados a relacionar la presión de pulso y eso pueda ser un pequeño inconveniente inicial”, sostiene el Dr. Millaruelo.