REPRODUCCIÓN ASISTIDA
JANO.es · 01 junio 2009
La disponibilidad de la técnica varía de los dos ciclos por millón de habitantes en Ecuador a los hasta 3.688 por millón en Israel
El número de procedimientos de reproducción asistida está creciendo a un ritmo continuo. En sólo dos años, entre 2000 y 2002, su actividad aumentó en más de un 25%, según un estudio realizado por el Comité Internacional para la Supervisión de la Tecnología de la Reproducción Asistida (ICMART), cuyos resultados se publican en el último número de la revista Human Reproduction (2009;24:1267-1287). La tecnología de la reproducción asistida (ART) es responsable del nacimiento de entre 219.000 y 246.000 bebés en todo el mundo cada año.
El estudio proporciona datos y estimaciones del año 2002, el más reciente del que se disponen cifras. Los datos proceden de 1.563 clínicas de 53 países, si bien no recoge los de otras muchas naciones, en su mayoría de Asia, África, Oceanía y las Indias Occidentales. Los autores estimaron que estos países probablemente realizarían entre el 10% y el 20% de las intervenciones de reproducción asistida, una estimación tenida en cuenta a la hora de calcular el número total de bebés nacidos en todo el mundo por estos métodos.
En palabras del Dr. Jacques de Mouzon, del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica (INSERM) de París (Francia) y director del trabajo, “existen grandes variaciones entre los países en la disponibilidad y la calidad de las técnicas de reproducción asistida. Existen varias razones para ello, como las tasas de fertilidad, la edad de la mujer, la cobertura social, la economía, pero la más importante es la desigualdad para acceder a la atención sanitaria y a la técnica”.
El Dr. Mouzon apunta que en los países occidentales es más fácil acceder a un buen sistema sanitario y los fondos para la reproducción asistida suelen ser más generosos que en los países en vías de desarrollo. “Esto plantea la cuestión de la llamada reproducción asistida de ‘bajo coste’ en los países con ingresos reducidos; probablemente esto signifique menores tasas de éxito pero un mayor acceso al tratamiento”.
Disponibilidad variable
Como indican los autores, el tratamiento suele ser más agresivo en los países en desarrollo y en los países con costes más elevados, lo que conduce al problema de los nacimientos múltiples, el síndrome de hiperestimulación ovárica y la necesidad de reducciones fetales.
La disponibilidad de la técnica varía de los dos ciclos por millón de habitantes en Ecuador a los 3.688 por millón en Israel. Otro aspecto que destaca el estudio es un mayor aumento en el uso de la inyección de espermatozoides intracitoplásmica (ICSI) frente a la fertilización in vitro (FIV) convencional en todo el mundo.
Además, las tasas de embarazo y parto han aumentado tanto en el caso de los ciclos con embriones frescos como congelados a pesar de una disminución en el número de embriones transferidos. Así, según los autores, la transferencia de embriones múltiples ha disminuido, conduciendo a un pequeño declive en los nacimientos múltiples. El porcentaje de cuatro o más embriones transferidos disminuyó de un 15,4% en 2000 a un 13,7% en 2002. La proporción de embarazos de gemelos y trillizos disminuyó de un 26,5% a un 25,7%, y de un 2,9% a un 2,5% respectivamente.
El Dr. Mouzon señala que es difícil explicar las razones del aumento de la inyección de espermatozoides intracitoplásmica ya que no existen razones para creer que exista un aumento similar en la infertilidad masculina y que no se ha demostrado que la técnica mejore los resultados del tratamiento para la infertilidad no causada por la esterilidad masculina.
En consecuencia, y por último, los motivos pueden incluir una mezcla de factores como el aumento del diagnóstico de la esterilidad masculina, su incremento o el uso de técnicas alternativas cuando falla la fecundación in vitro o que se consideran más eficaces.