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La primera dama de Francia, Carla Bruni-Sarkozy, se comprometió ayer a movilizar a los artistas en la lucha contra el sida y a viajar a los países más afectados por la enfermedad durante un acto celebrado en el Hotel Marigny de París, al lado del Elíseo, en el que fue nombrada oficialmente embajadora mundial para la protección de madres y niños infectados por el virus.

 

Acompañada por el director ejecutivo del Fondo Mundial de la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, Michel Kazatchkine; el director ejecutivo adjunto de ONUSIDA, Michel Sidibe, y el director asociado de UNICEF, Pascal Villeneuve, la esposa del presidente francés comenzó su intervención ante la prensa recordando que no se comprometía "por azar" en esta causa.

 

Evocó así su implicación en el ámbito familiar -su hermano Virgilio falleció en 2006 víctima del sida- y destacó que, aunque nos hemos acostumbrado a la presencia de la enfermedad, se escuchan todavía "cifras alucinantes". "Nos hemos acostumbrado a la presencia de la enfermedad y ya no se ve el escándalo o la urgencia", dijo ante aproximadamente un centenar de personas.

 

Bruni explicó que ha elegido las víctimas "más vulnerables", como son las mujeres y nos niños, y se mostró convencida de que se podrá evitar que la madre transmita el virus a su hijo gracias a la actuación del Fondo Mundial del que se convirtió oficialmente en embajadora.

 

Además, apostó por la educación como medio para luchar contra la enfermedad y adelantó que le gustaría multiplicar los proyectos educativos en los países más afectados, trabajar para evitar la "demonización" de la enfermedad y que se conozcan las ventajas de la detección y la prevención en los países menos avanzados.

 

La primera dama quiere también que las empresas privadas contribuyan y se impliquen en esta lucha porque el sida, dijo,"no es sólo una cuestión de los Gobiernos".

 

En definitiva, destacó que quiere aprovechar la situación excepcional que le proporciona su puesto de primera dama para luchar por la causa y, en este contexto, pidió a los medios de comunicación que le proporcionan una atención "regular y constante" que lo hagan ahora "por una cuestión mucho más importante".

 

En cuanto a sus tareas concretas en tanto que embajadora, además de aquellas que el propio Fondo Mundial le encomiende, la propia Bruni explicó a preguntas de la prensa que adoptará iniciativas en el mundo artístico, al tratarse de algo que le resulta "familiar" y al recordar que se trata de un ámbito donde se organizan numerosas manifestaciones de apoyo a la lucha contra el sida.

 

La diferencia es que ahora, en su opinión, tendrá más impacto que cuando lo hacía en calidad de participante. "Por supuesto, lo más agradable, y lo más alegre, en cierto modo, será organizar actos artísticos con todas las personas que conozco, otros artistas y personalidades que he encontrado a lo largo de mi vida", detalló, resaltando igualmente la importancia de otras dos misiones "menos mediáticas pero igual de fundamentales" como son los viajes sobre el terreno y solicitar contactos con los Gobiernos de los países más afectados.

 

De momento no tiene previsto ningún desplazamiento como embajadora porque, tal y como admitió, había empezado a trabajar con el Fondo Mundial hacía "diez minutos", pero adelantó que su intención es hacerlo "lo más pronto posible". En cualquier caso, remachó que usará sus desplazamientos oficiales acompañando a Sarkozy para que éstos tengan "mayor sustancia" y su función no sea sólo la representación de Francia.