• 

El corazón de un deportista es diferente al de la población general, principalmente en lo que se refiere a aspectos morfológicos (especialmente forma y tamaño) y a su funcionalidad. “El corazón de alguien que practica ejercicio de forma intensa, tiende a poseer un mayor tamaño en reposo, pudiendo llegar a ser el volumen cardíaco casi el doble que el de una persona que no practica ejercicio”, ha manifestado la Dra. Araceli Boraíta, cardióloga deportiva y miembro del Consejo Superior de Deportes (CSD) en el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC 2010, celebrado en Valencia.

Estas características dificultan el poder identificar si determinadas alteraciones del corazón se deben a la propia práctica deportiva o al inicio de una cardiopatía. En este sentido, los expertos han insistido en que el entrenamiento intenso puede acelerar la manifestación clínica de patologías cardíacas familiares o hereditarias, principal causa de muerte súbita en deportistas menores de 35 años.

Según la Dra. Araceli Boraíta, “la práctica deportiva es, junto con la edad, un factor determinante de las causas de muerte súbita. En uno de cada tres deportistas menores de 35 años, fallecidos de forma súbita, las verdaderas causas de la muerte se desconocen totalmente; mientras que, en los mayores de 35 años casi siempre se llega al diagnóstico (el 95% fallecen a causa de una cardiopatía isquémica)”.

La SEC ha aprovechado el marco del congreso para presentar el Estudio Español de Muerte Súbita en Deportistas, el primero que estudiará la realidad de esta patología en nuestro país y que pretende reunir todos los casos de muerte súbita que se producen relacionados directamente con la práctica deportiva, con el objetivo de establecer una gran base de datos, poder analizar las verdaderas causas que la generan y detectar la muerte súbita de forma precoz.