PSIQUIATRÍA

Hacia el tratamiento individualizado de la depresión

JANO.es · 08 noviembre 2007

Un estudio revela que, entre personas portadoras de cierta variante genética, las mujeres tienen más probabilidades de presentar trastornos relacionados con la serotonina que los varones

La presencia judía en el comercio y el pulido de diamantes es tan antigua que ya se tornó en tradición. El germen del comercio actual de diamantes en Amberes nació en el siglo XV, cuando Ámsterdam se convirtió en el principal centro para el comercio de diamantes. Los judíos sefarditas, venidos de Portugal, ganarán fama por su arte al cortar, pulir y negociar. A principios del siglo XVI es Amberes quien atrae mercaderes de India y Persia, Venecia y Génova, Cracovia y Hamburgo. Hombres que, entre otras valiosas mercancías, llegaron deslumbrados por el floreciente comercio de diamantes que hizo famosa a la ciudad en todo el mundo. En la actualidad Amberes aún controla el 80% del comercio mundial de estas preciadas gemas.

Con 500.000 habitantes, Amberes es la ciudad de compra y venta de diamantes más importante del mundo. Cuenta con 1.500 empresas mayoristas y minoristas de diamantes y 4 mercados o bolsas de diamantes. Una de las más antiguas, la Beurs, fue fundada por judíos en 1904.

Antes de la segunda guerra mundial más del 70% de los comerciantes y pulidores de diamantes eran judíos, porcentaje que se redujo hasta el 50% después del conflicto. Las persecuciones sufridas por los judíos a lo largo de su historia están directamente relacionadas con su presencia en el comercio de objetos que pudieran transportar cada vez que eran obligados a abandonar los países donde vivían.

Las bolsas del diamante

La Diamond High Council es la entidad que supervisa las 4 bolsas del diamante de Amberes y sus organizaciones y gremios comerciales. Hay en el mundo 23 bolsas del diamante, de las que 4 se encuentran en Amberes. La cualidad más destacable de las bolsas del diamante de Amberes es que se rigen por una ética profesional. A su amparo se realizan de forma segura operaciones y transacciones, y bajo ese código ético ofrecen la estructura para la mediación en disputas comerciales. La condición de miembro de una bolsa suele ser hereditaria, y hasta hace poco, bajo el amparo de la ley europea que garantiza la libertad para poner un negocio, el gobierno belga no había impuesto restricciones al número de miembros de la industria del diamante. Actualmente, estudia la posibilidad de exigir algún tipo de contrato o licencia.

Las bolsas de Amberes cuentan con 4.300 miembros, aparte de las 4.000-5.000 personas que trabajan en la industria sin pertenecer a las bolsas. Supuestamente no operan bajo el mismo código de ética profesional.

Los diamantes de la guerra

Los casi 30 años de guerra en Angola han causado más de un millón de muertos, muchos más heridos y han forzado el desplazamiento de más del 20% de la población. Se ha estimado que entre 1992 y 1997 Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) obtuvo por la venta de diamantes 3.700 millones de dólares. Los 35.000 hombres armados que forman UNITA, inicialmente financiados por Estados Unidos para combatir el gobierno izquierdista de Luanda durante la guerra fría, se mantienen hoy día gracias al tráfico de diamantes. Es una paradoja que en un país como Angola, poseedor de una gran riqueza en petróleo y diamantes, el 86% del presupuesto del Estado se destina a defensa; el 90% de la población vive por debajo del umbral de pobreza, sólo un 31% tiene acceso a agua potable y los casi 3 millones de desplazados internos no tienen cubiertas las necesidades básicas como alimentación, salud o vivienda.

Sierra Leona y el Congo son dos ejemplos más de países castigados por la guerra por la explotación de los recursos naturales del territorio. Representantes de firmas importadoras y procesadoras de diamantes adquieren en estos países africanos sus paquetes de piedra en bruto y, con gran facilidad, los introducen en el mercado.

Texto: Pedro Pablo Sara Vila

Fotos: Manuel Asensio