ONCOLOGÍA MÉDICA
La preservación del nervio erector, clave para superar la disfunción eréctil tras una prostatectomía
JANO.es · 03 junio 2011
En España, cada año se diagnostica cáncer de próstata a 15.000 hombres.
La preservación del nervio erector propicia el remedio, en un 80% de los casos, de la disfunción eréctil asociada a la prostatectomía radical. Así quedó de manifesto en la I Jornada de Urología sobre Incontinencia Urinaria y Disfunción Eréctil dirigida a pacientes, organizada por MD Anderson Cancer Center Madrid, en colaboración con la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA).
En España, cerca de 15.000 hombres son diagnosticados cada año de cáncer de próstata. De esos 15.000, cerca del 50% debe someterse a una prostatectomía radical, es decir, a la extracción completa de la próstata mediante cirugía. Sin embargo, muchos experimentan disfunción eréctil e incontinencia urinaria, dos secuelas con un elevado coste en lo que concierne a la vida social del paciente.
La incontinencia afecta aproximadamente al 25% de los pacientes a los que se practica una prostatectomía radical. De ellos, más del 20% presenta la llamada incontinencia socialmente aceptable, "que supone la utilización de una compresa diaria". Sin embargo, entre un 2-3% conviven con una incontinencia urinaria severa que condiciona en gran medida la vida del paciente", explica el doctor Carlos Núñez, jefe del Departamento de Urología del MD Anderson Cancer Center Madrid.
Respecto a los casos de disfunción eréctil, las cifras varían en función del tipo de cirugía que se aplique, pero a la hora de hablar de datos de recuperación, el Dr. Núñez adelanta: "En aquellos pacientes en los que podemos preservar los dos nervios erectores que van paralelos e íntimamente adheridos a la próstata, lo que llamamos técnicas de preservación neurovascular, podemos tener una recuperación de hasta en un 70-80%".
Para revertir la incontinencia urinaria existen diferentes métodos, según las necesidades de cada paciente. En los casos más leves, un tratamiento mediante fisioterapia, con o sin electroestimulación del suelo pélvico, puede ser suficiente. "Para los casos más complicados existen técnicas un poco más agresivas, como la colocación quirúrgica de cabestrillos suburetrales, parecidos al tratamiento que actualmente se emplean en mujeres con incontinencia urinaria leve. En los casos más severos optamos por la colocación de un esfínter artificial", detalla el especialista del MD Anderson Cancer Center Madrid.