PEDIATRÍA
Los niños que comen más fruta y verdura tienen mejor salud mental
BMJ · 04 octubre 2021
Un estudio basado en encuestas a más de 9.000 alumnos británicos reivindica el desarrollo de estrategias de salud pública y políticas escolares para garantizar que todos los niños dispongan de una nutrición de buena calidad.
Los niños que siguen una dieta más saludable, rica en frutas y verduras, tienen un mejor bienestar mental, según una nueva investigación de la Universidad de East Anglia (Reino Unido).
El estudio, publicado en BMJ Nutrition, Prevention & Health, es el primero que investiga la relación entre la ingesta de frutas y verduras, la elección de desayunos y comidas, y el bienestar mental de los escolares británicos.
Revela cómo el consumo de más fruta y verdura está relacionado con un mayor bienestar, sobre todo entre los alumnos de secundaria. Además, los niños que consumen 5 raciones o más de fruta y verdura al día obtienen las puntuaciones más altas en cuanto a bienestar mental.
El estudio ha sido dirigido por UEA Health and Social Care Partners en colaboración con el Consejo del Condado de Norfolk.
El equipo de investigación afirma que deberían desarrollarse estrategias de salud pública y políticas escolares para garantizar que todos los niños dispongan de una nutrición de buena calidad antes y durante la escuela, con el fin de optimizar su bienestar mental y permitirles desarrollar todo su potencial.
Según la investigadora principal, Ailsa Welch, "sabemos que un bienestar mental deficiente es un problema importante para los jóvenes y es probable que tenga consecuencias negativas a largo plazo. Las presiones de los medios de comunicación social y la cultura escolar moderna se han señalado como posibles razones de la creciente prevalencia del bajo bienestar mental en niños y jóvenes".
"Y cada vez –prosigue- se reconoce más la importancia de la salud mental y el bienestar en las primeras etapas de la vida, sobre todo porque los problemas de salud mental de los adolescentes suelen persistir en la edad adulta, lo que conduce a peores resultados y logros en la vida".
"Mientras que los vínculos entre la nutrición y la salud física son bien conocidos –añade Welch-, hasta ahora no se sabía mucho sobre si la nutrición desempeña un papel en el bienestar emocional de los niños. Así que nos propusimos investigar la asociación entre las elecciones dietéticas y el bienestar mental entre los escolares".
El equipo estudió datos de casi 9.000 niños de 50 colegios (7.570 de secundaria y 1.253 de primaria) extraídos de la Encuesta de Salud y Bienestar de Niños y Jóvenes de Norfolk.
Los niños que participaron en el estudio informaron por sí mismos de sus elecciones dietéticas y participaron en pruebas de bienestar mental adecuadas a su edad que abarcaban la alegría, la relajación y el mantenimiento de buenas relaciones interpersonales.
Según Welch, "en cuanto a la nutrición, descubrimos que solo una cuarta parte de los niños de secundaria y el 28 por ciento de los de primaria declararon comer las 5 frutas y verduras recomendadas al día. Y algo menos de uno de cada diez niños no comía ninguna fruta o verdura. Más de uno de cada 5 niños de secundaria y uno de cada 10 de primaria no desayunaba. Y más de uno de cada 10 niños de secundaria no almorzaba".
El equipo analizó la relación entre los factores nutricionales y el bienestar mental y tuvo en cuenta otros factores que podrían influir, como las experiencias adversas en la infancia y la situación en el hogar.
El investigador Richard Hayhoe explica que descubrieron que "comer bien se asociaba a un mayor bienestar mental en los niños. Y que entre los niños de secundaria, en particular, existía una relación muy fuerte entre el consumo de una dieta nutritiva, repleta de frutas y verduras, y un mayor bienestar mental".
"También descubrimos que los tipos de desayuno y almuerzo que tomaban los alumnos de primaria y secundaria también estaban significativamente relacionados con el bienestar –añade-. "Los niños que tomaban un desayuno tradicional experimentaban un mayor bienestar que los que sólo tomaban un bocadillo o una bebida. Pero los niños de secundaria que tomaron bebidas energéticas para desayunar tuvieron puntuaciones de bienestar mental especialmente bajas, incluso más bajas que las de los niños que no desayunaron en absoluto".
"Según nuestros datos, en una clase de 30 alumnos de secundaria, unos 21 habrán consumido un desayuno de tipo convencional, y al menos 4 no habrán comido ni bebido nada antes de empezar las clases por la mañana –continúa- Asimismo, al menos 3 alumnos acudirán a las clases de la tarde sin haber almorzado. Esto es preocupante, y es probable que afecte no sólo al rendimiento académico en la escuela, sino también al crecimiento y desarrollo físico".
Para Welch, "como factor potencialmente modificable a nivel individual y social, la nutrición representa un importante objetivo de salud pública para las estrategias destinadas a abordar el bienestar mental infantil".
"Deben desarrollarse estrategias de salud pública y políticas escolares para garantizar que todos los niños dispongan de una nutrición de buena calidad, tanto antes como durante la escuela, con el fin de optimizar el bienestar mental y capacitar a los niños para desarrollar todo su potencial", concluye la investigadora.