ANGIOLOGÍA Y CIRUGÍA VASCULAR
JANO.es · 28 diciembre 2011
El tratamiento endovascular de esta clase de dolencias constituye una alternativa a la ¡cirugía abierta clásica y para pacientes de alto riesgo puede ser la única opción terapéutica.
El Servicio de Angiología y Cirugía Vascular y Endovascular de los hospitales universitarios Montepríncipe (HMM) y Torrelodones (HMT) llevó a cabo el pasado mes de julio una reparación de aneurisma de aorta abdominal en un paciente con una enfermedad pulmonar de base severa (EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica) que impedía su tratamiento mediante cirugía abierta, y cuya arteria renal derecha nacía directamente del saco aneurismático. Se trata de la primera intervención de estas características que se realiza en la sanidad privada madrileña.
Según explica el Dr. Luis Miguel Izquierdo Lamoca, jefe del citado servicio y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, para tratar al paciente se decidió la colocación de una endoprótesis fenestrada hecha a medida para este caso.
"El primer paso consistió en el diseño de una prótesis basándonos en las reconstrucciones tridimensionales de la aorta del paciente realizadas con angioTAC en nuestro hospital”, explica el experto. Estas mediciones se enviaron a una empresa especializada, que elaboró una prótesis a medida del paciente con una ventana para la arteria del riñón.
El tratamiento endovascular de los aneurismas de aorta abdominal es una alternativa a la clásica cirugía abierta y para pacientes de alto riesgo puede ser la única opción terapéutica. Tal y como explica el Dr. Izquierdo Lamoca, este abordaje “es menos invasivo y agresivo que el tratamiento quirúrgico abierto”, ya que a través de una punción o mínima incisión en las ingles, y con ayuda de rayos X, se canaliza la arteria aorta. Asimismo, y mediante guías y catéteres se introduce una prótesis plegada hasta una posición determinada, en la que se libera y despliega. "Ésta se fija desde el interior a la pared de la aorta sana, por encima y por debajo del aneurisma, haciendo pasar ahora la sangre por el interior de la prótesis, con lo cual el aneurisma no recibe presión directa de la sangre, quedando excluido de la circulación”, continúa el jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular y Endovascular del HMM y el HMT.
Sin embargo, el tratamiento endovascular no puede ser utilizado en todos los pacientes; en algunos casos, la forma o el tamaño del aneurisma lo impiden. En este sentido, la Dra. Marta Ramírez señala que el nacimiento de una arteria visceral desde el saco aneurismático es una de las limitaciones más frecuentes. "Por ello", añade, "se han desarrollado endoprótesis que presentan orificios o ventanas (fenestraciones) que se acomodan con el nacimiento de las arterias que salen del aneurisma o cerca de él, e impiden que durante la colocación de la endoprótesis se produzca su oclusión, permitiendo de esta manera el tratamiento endovascular".