HIPERTENSIÓN
JANO.es · 06 mayo 2009
El sistema pregunta semanalmente al paciente la medida más reciente y comunica a su médico y farmacéutico cualquier lectura problemática
De acuerdo con las conclusiones de un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Montreal (Canadá) y publicado en la revista Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes (doi:10.1161/CIRCOUTCOMES.108.823765), un sistema telefónico automático podría ayudar a los pacientes con hipertensión arterial a mantener baja su presión sanguínea y controlar su enfermedad.
Durante un año, los hipertensos participantes en el estudio recibieron al menos una llamada a la semana de un sistema telefónico informático con un programa de reconocimiento de voz que preguntaba sobre la medida más reciente de presión sanguínea tomada en el hogar. La información se pasaba automáticamente a los médicos y farmacéuticos de los pacientes, que podían intervenir si una lectura indicaba problemas.
Según explica el Dr. Pavel Hamet, responsable del estudio, “este sistema funcionaba de forma tan eficaz como si hubiéramos añadido una nueva medicación a las que ya estaba tomando el paciente. Algo les decía a los pacientes lo bien que lo estaban haciendo y, por ejemplo, el sistema alertaba al farmacéutico cuando no habían recogido sus medicación a tiempo".
En el estudio participaron 223 pacientes hipertensos a través de 21 médicos de ocho centros de atención primaria en la ciudad de Level, cerca de Montreal. Todos los pacientes llevaban dispositivos portátiles que controlaban los registros de presión sanguínea las 24 horas. De ellos 111 fueron asignados al grupo de experimentación y 112 sirvieron como grupo control.
Los pacientes del grupo activo recibieron un manual educativo, un dispositivo digital para medir la presión, un libro de claves y acceso a un sistema de gestión telefónica. Los pacientes control recibieron el manual educativo y la atención médica estándar.
Concluido el año de seguimiento, los resultados mostraron una reducción media de 11,9 mm Hg en la presión sistólica y de 6,6 mm Hg en la diastólica en el grupo de intervención, disminuciones que en el grupo control se establecieron, respectivamente, en 7,1 y 4,5 mm Hg.
Asimismo, en las mediciones tomadas en las consultas clínicas también se observó el beneficio asociado con el seguimiento por el sistema automático. En este caso, la reducción fue de 18,7 mm Hg –grupo activo– frente a 13,8 mm Hg –grupo control– en la presión sistólica, y de 13,8 mm Hg y 5,6 mm Hg en la diastólica.
De la misma manera, los resultados también mostraron que el 46% de los pacientes del grupo de intervención cumplía los criterios de control de su presión arterial, un porcentaje que en el grupo control se estableció en el 28,6%. Por último, los investigadores observaron que los médicos que trataban a los pacientes del grupo seguido por teléfono eran más propensos a modificar las dosis de la medicación.