GINECOLOGÍA
Un nuevo biosensor ayuda a detectar el cáncer de mama en sus fases más tempranas
CIBER-BBN · 25 mayo 2021
Un equipo de investigadores españoles, coordinados por Ramón Martínez Máñez, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y director científico del CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), y la oncóloga Ana Lluch, co-coordinadora del Grupo de Investigación de Biología en Cáncer de Mama del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de Valencia, también perteneciente al CIBERONC, ha desarrollado a nivel de laboratorio un prototipo de un nuevo biosensor para ayudar a detectar el cáncer de mama en sus fases más tempranas. Su trabajo ha sido publicado en ACS Sensors.
Actualmente, la mamografía es la técnica estándar más utilizada para el diagnóstico, pero presenta algunas limitaciones, como la exposición a la radiación y una menor sensibilidad y especificidad en mujeres jóvenes con tejido mamario denso. “Por ello, son necesarias nuevas herramientas de diagnóstico que ayuden a la detección temprana del cáncer de mama. Nuestro biosensor va en esta línea”, explica Ana Lluch.
El desarrollo de este prototipo de biosensor se enmarca dentro del campo de la biopsia líquida, que a través de un análisis de sangre ayuda a detectar la presencia de cáncer. En este caso, el biosensor mesoporoso desarrollado por el equipo de la UPV y el INCLIVA es sencillo de utilizar, de bajo coste y ofrece los resultados en muy poco tiempo -entre 30 y 60 minutos- a partir de una muestra de plasma de la paciente.
El biosensor está compuesto por un nanomaterial -una alúmina nanoporosa- que facilita la detección en plasma de microARN miR-99a-5p asociado al cáncer de mama. Hasta ahora, esto se hace mediante técnicas complejas y que requieren mucho tiempo, lo que provoca que no se puedan utilizar como herramienta de diagnóstico en el ámbito clínico.
Martínez Máñez explica cómo funciona el sistema de diagnóstico alternativo en el que trabajan: los nanoporos del biosensor se cargan con un colorante rodamina B y se cierran con un oligonucleótido. Al hacerlo interactuar con la muestra de plasma, si no detecta la presencia del microARN las puertas de los poros siguen cerradas; en cambio, en presencia del miR-99a-5p esas puertas se abren y se libera el colorante. “El cambio en la liberación del colorante puede correlacionarse con pacientes sanas o con cáncer de mama”, resume Martínez Máñez.
“El siguiente paso en nuestro trabajo consistirá en la validación en un mayor grupo de pacientes y seguir trabajando para hacer que el sistema de detección sea todavía más robusto y sencillo de utilizar”, concluyen Juan Miguel Cejalvo, del Grupo de Investigación de Biología en Cáncer de Mama del INCLIVA, y Martínez Máñez.
Referencia: ACS Sens. 2021 Mar 26;6(3):1022-1029. doi: 10.1021/acssensors.0c02222